En este editorial del décimo número de la revista CEDOTIC pretendemos, además del sagrado oficio de escribir unos párrafos que acerquen y seduzcan a los lectores a los temas tratados en la publicación, aprovechar la oportunidad de ofrecer una reflexión que no busca trascender los contenidos de los trabajos seleccionados, sino servir de marco de referencia de modo que estos alcancen su esplendor y, sobre todo, cumplan con su propósito frente a los muchos y buenos lectores que asumen la revista como un medio de aprendizaje, emulación y motivación permanente hacia la lectura y la escritura.
En consonancia con lo anterior, precisamente debemos observar la relación existente entre lectura y escritura en dos contextos que muy bien pueden constituir un dilema: uno de ellos es considerar la lectura y la escritura como un acto creativo, que responde más a un preludio inspirador de goce o placer que a solo encontrar, en este ejercicio, una respuesta condicionada, generalmente, de corte académico, para obtener beneficios.
El primer carácter de esa disyuntiva nos lleva a pensar en la lectura y la escritura, muy cercana al ejercicio del autor, el creador, el literato, pero, especialmente, en sus pinricpales cualidades: la inspiración, la creatividad, la fantasía y el dominio de la sintaxis, entre otros. A esos atributos se suman el buen uso de los recursos literarios, la metáfora, la metonimia, las personificaciones, las analogías, entre muchos otros. Ese escritor es un artista que busca, de su auditorio, el disfrute, la emoción, el goce o el placer, además de establecer —como lo plantea Umberto Eco Lector in Fábula (1981)— una especie de comunicación o de hermenéutica compartida para darle sentido al texto a partir de los signos y señales que deja el autor en su obra.
Publicado: Aug 25, 2021