CALIDAD DE SUEÑO Y PERFIL
ANTROPOMÉTRICO SEGÚN EL NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
SLEEP
QUALITY AND ANTHROPOMETRIC PROFILE ACCORDING TO THE LEVEL OF PHYSICAL ACTIVITY
IN UNIVERSITY STUDENTS
DOI
10.15648/redfids.13.2024.4064
Diana María García Cardona
Programa de Educación
Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad del Quindío, Armenia,
Colombia Grupo de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares y
Metabólicas-GECAVYME, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad del
Quindío, Armenia, Colombia dmgarcia@uniquindio.edu.co
Gloria Elena Franco Vélez
Estudiante del Programa de
Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad del Quindío,
Armenia, Colombia
Sergio David Giraldo Barrios
Estudiante del Programa de
Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad del Quindío,
Armenia, Colombia
Miguel Ángel Castillo
Estudiante del Programa de
Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad del Quindío,
Armenia, Colombia
Resumen
Objetivo: Determinar la calidad de sueño y el perfil
antropométrico según el nivel de actividad física de estudiantes de la
Universidad del Quindío. Metodología: El estudio fue de tipo descriptivo, no experimental,
cuantitativo de corte transversal. Los sujetos fueron divididos en el Grupo
Físicamente Activos (GFA) y Grupo Poco Activos (GPA), a ambos grupos se les
realizó evaluaciones antropométricas y se les aplicó el cuestionario de Índice
de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI). Resultados: El grupo
GPA pasa aproximadamente 5,8 horas en posición sedente, respecto al perímetro abdominal, ICC e ICA,
ambos grupos mostraron
valores ubicados en bajo riesgo cardiovascular. En la categoría de calidad del sueño (calificada como
bastante buena y muy buena), eficiencia habitual del sueño (mayor al 85%),
perturbación del sueño (de una a dos veces por semana), y el uso de
medicamentos para dormir (tres o más veces), el GFA, presentó 71%, 60, 19%, 0%
respectivamente en relación con los reportados en GPA (56%, 42,8%, 47,6% y 23,8% respectivamente). Conclusión:
los hallazgos subrayan la importancia de fomentar la actividad física
para mejorar la calidad del sueño y destacan los riesgos asociados con la
inactividad física en el bienestar general de los estudiantes.
Palabras
clave: Antropometría, Actividad Física, Calidad de
Sueño, Estudiantes Universitarios.
Abstract
Introduction: analyzing how the level of physical
activity is related to night rest and body parameters offers a deep
understanding of the health of university students. Objective: to determine the
quality of sleep and the anthropometric profile according to the level of
physical activity of students at the University of Quindío. Methodology: The
study was descriptive, non-experimental, quantitative and cross-sectional. The
subjects were divided into the Physically Active Group (PAG) and the Non Active
Group (NAG), both groups underwent anthropometric evaluations and it was
applied the Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI) questionnaire. Results: The
NAG group spends approximately 5.8 hours in a sitting position, for both groups
on average the BMI was in the healthy range, with respect to abdominal
perimeter, WHR and ICA, both groups showed values located in low cardiovascular
risk. In the category of sleep quality (rated as fairly good and very good),
habitual sleep efficiency (greater than 85%), sleep disturbance (one to two
times a week), and the use of sleep medications (three or more times), the PAG,
presented 71%, 60, 19%, 0% respectively in relation to those reported in the
NAG (56%, 42.8%, 47.6% and 23.8% respectively). Conclusion: The findings underscore
the importance of encouraging physical activity to improve sleep quality and
highlight the risks associated with physical inactivity on students' overall
well-being.
Keywords: Anthropometry, Physical
Activity, Sleep Quality, University Students.
Los planes de
estudio universitarios están concebidos para cultivar competencias sólidas y un
profundo dominio en el área profesional elegida. Para alcanzar este propósito
educativo, dichos planes suelen incluir materias teóricas, prácticas supervisadas, actividades
de laboratorio, trabajos de campo, entre otros aspectos, lo que puede limitar
el tiempo disponible para el descanso y las actividades recreativas y
saludables (García-Cardona, Nieto & Landázuri, 2015)
Con frecuencia,
los estudiantes universitarios presentan falencias relacionadas con la calidad
del sueño, perfil antropométrico y nivel de actividad física (Puerto
et al., 2015; Rodríguez, 2016, Mancero et al., 2020, Zapata et al., 2021). Estas
dificultades pueden atribuirse a las exigencias académicas, factores
socioeconómicos, laborales, el uso excesivo de la tecnología y la falta de
participación en actividades físicas.
Así mismo, es común que
los estudiantes se vean afectados por la mala calidad del sueño, fenómeno que
se ha vinculado con diversos efectos negativos para la salud, como una
disminución en el rendimiento académico.
Dormir no solo es
un placer, sino una necesidad vital para el cuerpo humano. La falta de un
descanso adecuado y en cantidades suficientes puede afectar significativamente
el bienestar del individuo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dormir al menos de 6 a 7
horas por día, ya que cuando el descanso es insuficiente, pueden surgir
alteraciones fisiológicas, psicológicas y conductuales.
La privación del sueño puede dar lugar a hábitos
perjudiciales, como la falta de energía para realizar actividades físicas o una
alimentación inadecuada, lo que puede desencadenar enfermedades crónicas no
transmisibles debido a los malos hábitos. El sedentarismo, los patrones de sueño
irregulares y la prevalencia de la obesidad contribuyen significativamente a la
morbilidad de enfermedades costosas de tratar, como la diabetes tipo 2,
accidentes cerebrovasculares, enfermedades isquémicas del corazón y la depresión.
La inactividad física no solo impone una carga sustancial en términos de salud,
sino que también conlleva costos económicos directos e indirectos que resultan
difíciles de asumir para los sistemas de salud (Palomino
et al., 2016).
En el contexto educativo, se observa que el
sedentarismo aumenta con la edad, especialmente entre las mujeres, lo que
resulta en el abandono de la práctica del ejercicio físico y la renuencia a
participar en clases de educación física (Palomino et al., 2017). Esta tendencia
es especialmente preocupante en la población joven, donde la adquisición de
hábitos de vida activos y saludables puede ser desafiante (Guedes
et al., 2021).
Dadas las
múltiples responsabilidades que enfrentan, tanto académicas como laborales, los
estudiantes universitarios constituyen una población que requiere un
seguimiento cuidadoso. Este seguimiento es aún más crucial para aquellos que
participan en actividades representativas, ya sean deportivas o culturales, que
a menudo implican horarios prolongados. La evaluación del estado de estas
variables en los estudiantes universitarios permite identificar los posibles
riesgos para su salud, por lo
tanto, el propósito de la presente investigación fue determinar la calidad de
sueño y el perfil antropométrico según el nivel de actividad física de
estudiantes de la Universidad del Quindío.
Se realizó
un estudio descriptivo, no experimental, cuantitativo de corte transversal
Participantes
El tipo de muestreo fue intencional
o de conveniencia, los sujetos de estudio correspondieron a 42 estudiantes (27
mujeres y 15 varones),
con edades entre 18-38 años de la Universidad del Quindío (Colombia). El
estudio se hizo en voluntarios que firmaron el consentimiento informado. Se
incluyeron en el estudio mayores de edad que fueran estudiantes activos de la
Universidad del Quindío
Los sujetos de estudio fueron divididos en dos grupos (cada grupo
con 21 participantes):
●
Poco activos
(GPA): sujetos clasificados en actividad
física insuficiente
Para ubicar a los sujetos en el
grupo correspondiente, fue aplicado el Cuestionario Mundial de Actividad Física
GPAQ, por sus siglas en inglés Global Physical Activity Questionnaire, este
instrumento pertenece al programa de “STEPS” realizado por OMS, el cual recopila
información sobre la práctica de actividad física y sobre el comportamiento
sedentario en tres escenarios: actividad en el trabajo, actividad al
desplazarse y actividad en el tiempo libre. Así mismo a cada pregunta le
corresponderá colocar si presenta o no actividad física y cuánto tiempo lo
realiza. La clasificación de los resultados del GPAQ se realiza según las
recomendaciones de la OMS en términos de minutos de actividad física por
semana. Estos se dividen en tres categorías:
Insuficiente: Menos de 150 minutos de actividad física moderada, o
menos de 75 minutos de actividad intensa, o una combinación equivalente de
ambos en una semana.
Suficiente: Al menos 150 minutos de actividad física moderada, o
al menos 75 minutos de actividad intensa, o una combinación equivalente de
ambos en una semana.
Altamente activo: Más de 300 minutos de actividad física moderada,
o más de 150 minutos de actividad intensa, o una combinación equivalente de
ambos en una semana.
Variables
●
Antropométricas
Las variables antropométricas
evaluadas fueron talla, masa, y los índices de masa corporal (IMC), cintura cadera (ICC) y cintura talla
(ICT).
La masa corporal se determinó con la menor ropa posible mediante una
báscula electrónica calibrada (Tanita Bc-585f), la talla se midió con un
estadiómetro (Seca Ref 216), lo perímetros de cintura y cadera fueron obtenidos
con cinta inextensible (Lufkin W606PM).
Para la estimación de los índices
se utilizaron las siguientes ecuaciones
●
Calidad
de sueño
Para establecer la calidad del
sueño se utilizó el Protocolo de Pittsburgh
El Índice
de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI, por sus siglas en inglés) es una
herramienta ampliamente utilizada para evaluar la calidad del sueño en adultos.
Fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y se
utiliza para obtener una medida cuantitativa y subjetiva de la calidad del
sueño durante un período de aproximadamente un mes. El PSQI aborda diversos
aspectos del sueño, proporcionando una evaluación holística de la calidad del
descanso nocturno.
El PSQI, consta de siete
componentes, cada uno evaluado en una escala de 0 a 3, donde 0 indica ninguna
dificultad y 3 indica una dificultad grave. La puntuación total, que oscila
entre 0 y 21, se obtiene sumando las puntuaciones de los siete componentes. Cuanto
mayor es la puntuación total, peor es la calidad del sueño.
Los siete componentes del PSQI son:
✔
Calidad subjetiva del sueño: Evaluación global de la calidad del sueño.
✔
Latencia del sueño: Tiempo que tarda
en conciliar el sueño después de apagar las luces.
✔
Duración del sueño: Número total de
horas de sueño durante la noche.
✔
Eficiencia del sueño: Porcentaje
de tiempo que permanece dormido una vez que concilia el sueño.
✔
Trastornos del sueño: Frecuencia
de problemas como insomnio, despertar durante la noche, etc.
✔
Uso de medicación para dormir: Frecuencia de la necesidad de medicación para dormir.
✔
Impacto diurno: Evaluación de
cómo los problemas de sueño afectan el funcionamiento diario.
A continuación, en la Tabla 1 se presentan los rangos por
componente
Tabla 1. Rangos de los componentes del PSQI
Componentes
|
Rangos o
categorías |
|||
Calidad
subjetiva del sueño |
Muy buena |
Bastante Bueno |
Mala |
Bastante Mal |
Latencia
de sueño |
<15 min |
16-30 min |
31-60 min |
>60min |
Duración
de sueño |
>7 horas |
6-7 horas |
5-6 horas |
>5 horas |
Eficiencia
Habitual del sueño |
>85% Bueno |
75-84% Regular |
65-74% Regular |
<65% Regular |
Perturbación
del sueño |
Ninguna vez en el último mes |
Menos de una vez a la semana |
Una o dos veces a la semana |
Tres o más veces a la
semana |
Uso de
medicamentos para dormir |
Ninguna vez en el último mes |
Menos de una vez a la semana |
Una o dos veces a la semana |
Tres o más veces a la
semana |
Disfunción
diurna |
Ninguna vez en el último mes |
Menos de una vez a la semana |
Una o dos veces a la semana |
Tres o más veces a la
semana |
Análisis de
resultados
Se realizó estadística descriptiva, media ± desviación estándar,
límite superior e inferior
Para la variable de horas sentado y perfil antropométrico, se
realizó comparación entre los grupos GFA vs GPA, utilizando el estadístico t
student, previamente comprobando los supuestos de normalidad, homocedasticidad
e independencia
El software utilizado fue el
STATGRAPHICS.
Los sujetos de estudio fueron
divididos en dos grupos según los resultados del GPAQ en Físicamente activos
(GFA) y poco activos (GPA), la edad promedio fue de 23,57±4,57 años y de
21,54±4,05 años, para GFA y GPA respectivamente, sin diferencia
estadísticamente significativa (P valor = 0,1329).
En la Gráfica 1 se presenta la
comparativa de la conducta sedentaria entre ambos grupos. Se observa que, en
promedio, los participantes del GFA pasan aproximadamente 3,38 horas en
posición sedentaria, en contraste con los miembros del GPA, quienes registran
un promedio de 5,85 horas de tiempo sedentario.
Gráfica 1. Conducta
sedentaria de los sujetos de estudio Físicamente Activos y Poco Activos **: P valor < 0,01
En la Tabla 2 se aprecian las variables
antropométricas por grupo, en esta se aprecia que el grupo GFA en relación con
las variables talla, masa, PC e ICC
presentan valores más altos que el GPA, aunque sin significancia
estadística.
Tabla 2. Variables antropométricas de los sujetos de
estudio
Variable |
Grupo |
P-valor |
|
GFA |
GPA |
||
Talla (m) |
1,71 ± 0,70 (1,55 – 1,83) |
1,66 ± 0,08 (1,54 – 1,83) |
0,0517 |
Masa (kg) |
66,31 ± 8,62 (54,4 - 80) |
63,94 ± 16,17 (48 – 115,2) |
0,5557 |
IMC (kg/m2) |
21,09 ± 2,99 (15,98 – 26,2) |
23,07 ± 4,96 (16,8 – 39,4) |
0,1257 |
PC (cm) |
76,65 ± 8,51(53,2 - 91) |
76 ± 11,50 (65,3– 117) |
0,8367 |
ICC |
0,77 ± 0,16 (0,21 – 1,08) |
0,73 ± 0,15 (0,22 – 0,94) |
0,0779 |
ICA |
0,44 ± 0,04 (0,32 – 0,53) |
0,45 ± 0,06 (0,36 – 0,68) |
0,3533 |
PC: Perímetro de cintura.
La
Tabla 3 muestra el perfil antropométrico por sexo y grupo. Se evidencia que las
mujeres pertenecientes al grupo GFA exhiben promedios superiores en masa, IMC,
ICC e ICA en comparación con sus contrapartes del grupo GPA. En contraste, se
observa una tendencia opuesta en los hombres, ya que los valores más altos en
todas las variables antropométricas se registraron en los varones del GPA en
comparación con sus homólogos.
Tabla
3. Perfil
antropométrico por sexo y grupo
Variable |
Grupo |
||||
GFA |
GPA |
||||
Mujeres, n = 4 |
Varones n = 17 |
Mujeres n = 11 |
Varones n = 10 |
P-Valor |
|
Talla (m) |
1,69 ±0,008 (1,63–1,83) |
1,71± 0,06 (1,55–1,83) |
1,6 ± 0,05 (1,54–1,7) |
1,73±0,06 (1,65–1,83) |
0,0001 |
Masa (kg) |
69,02 ±6,17 (61,2–76,3 ) |
65,69±9,15 (54,5–80,0) |
57,12 ±3,39 (48,0–62,1) |
72,54±20,29 (54,3–115,2) |
0,0158 |
IMC (kg/m2) |
24,02±2,05 (21,9–26,2) |
20,04 ±2,79 (15,9–25,6) |
21,98±2,18 (17,8–24,2) |
24,28±6,81 (16,8–39,4) |
0,3015 |
PC (cm) |
72,62±14,53 (53,2–86,7) |
77,6±6,78 (67,0–91,0) |
71,98±3,63 (66,2–77,9) |
80,44±15,41 (65,3–117,0) |
0,0926 |
ICC |
0,72±0,14 (0,52–0,85) |
0,77±0,16 (0,21–1,08) |
0,75 ±0,04 (0,7–0,82) |
0,97±10,04 (0,76–24,4) |
0,1463 |
ICA |
0,42±0,08 (0,32–0,53) |
0,44±0,03 (0,4–0,52) |
0,45±0,03 (0,4–0,51) |
0,46±0,08 (0,36–0,68) |
0,5856 |
PC: Perímetro de cintura.
En la
Tabla 4 se evidencia la calidad del
sueño de los sujetos de estudio, manifestando que el GFA en relación a la Calidad subjetiva del sueño el 28%de los
sujetos de estudios se encontraron en bastante mal a diferencia del GPA el cual fue de 9,5%; en
relación a la latencia de sueño del GFA es del 73% y solo el 9,5% es del GPA
expresando de esta manera ambos grupos tardan
más de 60 minutos en dormirse, en cuanto a la duración de sueño el 57%
del GFA y el 38,1% del GPA presentan un valor proporcional en el número de
horas que duermen verdaderamente en la noche encontrándose entre 6 a 7 horas, así mismo la eficiencia habitual
del sueño fue >85% encontrándose que
el 66% es del GFA y el 42,8% del GPA, por consiguiente la perturbación del
sueño es de 66% en el GFA y 38,1% en el GPA la cual se debe al despertarse
mientras se duerme, ir al baño, no respirar bien, toser o roncar, sentir frío o
calor, tener malos sueños o sufrir dolores, además el uso de medicamentos para
dormir no hace parte de la ingesta de los sujetos siendo 90% del GFA y el 71,4%
en el GPA y en cuanto a la disfunción diurna se hizo presente una o dos veces
en la semana siendo el 38% del GFA y el
28,55% del GPA.
Tabla 4. Calidad del
sueño de los sujetos de estudio
Factores |
Categorías
|
Grupo |
|
GFA |
GPA |
||
1.
Calidad subjetiva del sueño |
Muy buena |
38% |
47,6% |
Bastante Bueno |
33% |
9,5% |
|
Mala |
0% |
33,3% |
|
Bastante mal |
28% |
9,5% |
|
2.
Latencia de sueño |
<15 min |
0% |
14,2% |
16-30 min |
8% |
38,1% |
|
31-60 min |
19% |
38,1% |
|
>60 min |
73% |
9,5% |
|
3.
Duración de sueño |
>7 horas |
14% |
14,2% |
6-7 horas |
57% |
38,1% |
|
5-6 horas |
23% |
38,1% |
|
>5 horas |
4% |
9,5% |
|
4.
Eficiencia Habitual del sueño |
>85% |
66% |
42,8% |
75-84% |
23% |
38,2% |
|
65-74% |
9% |
14,2% |
|
<65% |
0% |
4,7% |
|
5.
Perturbación del sueño |
Ninguna vez en el último mes |
14% |
14,2% |
Menos de una vez a la semana |
66% |
38,1% |
|
Una o dos veces a la semana |
19% |
47,6% |
|
Tres o más veces a la semana |
0% |
0% |
|
6.
Uso de medicamentos para dormir |
Ninguna vez en el último mes |
90% |
71,4% |
Menos de una vez a la semana |
4% |
4,7% |
|
Una o dos veces a la semana |
4% |
0% |
|
Tres o más veces a la semana |
0% |
23,8% |
|
7.
Disfunción diurna |
Ninguna vez en el último mes |
33% |
9,5% |
Menos de una vez a la semana |
14% |
23,8% |
|
Una o dos veces a la semana |
38% |
28,55 |
|
Tres o más veces a la semana |
14% |
38,1% |
Nota: Los resultados se presentan en porcentaje
La
Tabla 5 hace referencia a la Calidad del sueño por grupo y sexo hallando lo
siguiente, en el GPA de mujeres siete de ellas presentan una muy buen Calidad
subjetiva del sueño a diferencia del GFA las cuales solo dos se encuentran en
esta categoría, en la Latencia de sueño el GPA cuenta con cuatro mujeres que
tardan alrededor de 16-30 min en conciliar el sueño así mismo tres mujeres del
GFA tardan el mismo tiempo, en cuanto a la Duración del sueño dos mujeres del
GFA tienden a dormir sin interrupción entre 6-7 horas mientras que en el GPA
cuatro mujeres duermen entre 5-6 horas, en la eficiencia habitual del sueño se encontró que el GPA cinco de las mujeres
se encuentra entre un 75-84% y solo tres mujeres del GFA presentan un >85%,
dicho esto la perturbación del sueño se hace más presente en el GPA donde 6
mujeres lo pueden estar presentando una o dos veces a la semana respecto al GFA
donde en tres mujeres se genera menos de
una vez a la semana, por consiguiente seis de las mujeres del GPA
y solo 4 mujeres del GFA han hecho uso de medicamentos ninguna vez en el
último mes y en cuanto a la Disfunción diurna, cuatro mujeres del GPA presentan
este factor tres o más veces a la semana
en cambio el GFA dos mujeres no la presentan y las otras dos padecen de
este factor una o dos veces a la semana.
En
relación a la calidad del sueño por grupo y sexo en los GFA y el GPA se
encontró que, quince hombres del GFA tiene una muy buena calidad subjetiva del
sueño y cinco hombres del GPA presentan una categoría bastante mal, la latencia
de sueño en ocho hombres del GFA tardan <15 min para conciliar el sueño y
cinco hombres del GPA tardan entre 31-60 min, Así mismo la duración del sueño
se ve reflejada en diez varones del GFA y cinco varones del GPA entre 6-7 horas
de sueño verdadero, así mismo once varones del GFA y cinco del GPA presentaron
una eficiencia habitual del sueño >85%, en cuanto a la perturbación del
sueño 11 varones del GFA se hace presente menos de una vez a la semana y en
varones del GPA está inmersa una o dos veces a la semana, en el uso de
medicamentos para dormir 15 varones de GFA y 9 del GPA no han hecho uso de
estos en el último mes, solo en la disfunción diurna en seis varones del GFA se
evidencia una o dos veces a la semana y tres veces o más en cuatro varones del
GPA.
Tabla 5. Calidad
del sueño por grupo y sexo
Factores |
Categorías
|
Grupo |
|||
GFA |
GPA |
||||
Mujeres |
Varones |
Mujeres |
Varones |
||
1.
Calidad subjetiva del sueño |
Muy buena |
2 |
15 |
7 |
3 |
Bastante Bueno |
2 |
0 |
1 |
1 |
|
Mala |
0 |
2 |
1 |
1 |
|
Bastante mal |
0 |
0 |
2 |
5 |
|
2.
Latencia de sueño |
<15 min |
0 |
8 |
2 |
1 |
16-30 min |
3 |
4 |
4 |
4 |
|
31-60 min |
1 |
5 |
3 |
5 |
|
>60 min |
0 |
0 |
2 |
0 |
|
3.
Duración de sueño |
>7 horas |
1 |
2 |
3 |
0 |
6-7 horas |
2 |
10 |
3 |
5 |
|
5-6 horas |
1 |
4 |
4 |
4 |
|
<5 horas |
0 |
1 |
1 |
1 |
|
4.
Eficiencia Habitual del sueño |
>85% |
3 |
11 |
4 |
5 |
75-84% |
1 |
4 |
5 |
3 |
|
65-74% |
0 |
2 |
1 |
2 |
|
<65% |
0 |
0 |
1 |
0 |
|
5.
Perturbación del sueño |
Ninguna vez en el último mes |
1 |
2 |
2 |
1 |
Menos de una vez a la semana |
3 |
11 |
3 |
5 |
|
Una o dos veces a la semana |
0 |
4 |
6 |
4 |
|
Tres o más veces a la
semana |
0 |
0 |
0 |
0 |
|
6.
Uso de medicamentos para dormir |
Ninguna vez en el último mes |
4 |
15 |
6 |
9 |
Menos de una vez a la semana |
0 |
1 |
0 |
1 |
|
Una o dos veces a la semana |
0 |
0 |
5 |
0 |
|
Tres o más veces a la
semana |
0 |
1 |
0 |
0 |
|
7.
Disfunción diurna |
Ninguna vez en el último mes |
2 |
5 |
1 |
1 |
Menos de una vez a la semana |
0 |
3 |
3 |
2 |
|
Una o dos veces a la semana |
2 |
6 |
3 |
3 |
|
Tres o más veces a la
semana |
0 |
3 |
4 |
4 |
Nota: Los resultados se presentan en porcentaje
Resulta evidente que los
estudiantes de educación superior, debido a la complejidad académica, tienden a
dedicar más tiempo a actividades sedentarias, lo que aumenta su susceptibilidad
a padecer enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad y la
diabetes. En este estudio también se estimó el perfil antropométrico, al
respecto se encontró que para ambos grupos en promedio el IMC se ubicó en el
rango de saludable, según el consenso de la Sociedad Española para el Estudio de
la Obesidad (SEEDO) el
rango normal está entre
18,5-24,99kg/m2, por encima se está en sobrepeso y por debajo en
peso insuficiente (Salas-Salvadó et al, 2007), sin embargo, en el GPA, se
encontraron con infrapeso y con obesidad tipo II.
El perímetro abdominal,
ICC e ICA, ofrecen la oportunidad de identificar los riesgos de enfermedades
cardiovasculares presentes en las personas. A nivel de ICC, la WHO (2004),
indican que los hombres con un índice de 0,95 o menos y las mujeres con un
índice de 0,8 o menos tienen un riesgo muy bajo de experimentar algún episodio
cardiaco, en promedio los sujetos evaluados mostraron valores ubicados en bajo
riesgo cardiovascular, resultados similares fueron encontrados por
García-Cardona et al (2017) y García-Cardona, Nieto y Landázuri (2015), en
deportistas universitarios y estudiantes de medicina respectivamente, ambos
casos de la misma institución.
Por otra parte, una
buena calidad de sueño es esencial para el bienestar y el rendimiento académico
de los estudiantes universitarios. Durante el sueño, el cerebro procesa y
consolida la información aprendida durante el día, lo que contribuye
significativamente a la retención de conocimientos y al desarrollo cognitivo.
Además, el sueño adecuado juega un papel crucial en la regulación del estado de
ánimo, la concentración y la toma de decisiones, aspectos fundamentales para el
éxito en el ámbito universitario. Estudiantes que experimentan privación
crónica de sueño son más propensos a experimentar dificultades de atención, memoria
y aprendizaje, así como a sufrir de estrés, ansiedad y depresión.
Escobar-Córdoba &
Eslava-Schmalbach (2005) definen la calidad del sueño como la medida subjetiva
de las horas de sueño necesarias para alcanzar un estado óptimo de vigilia, los
resultados del presente estudio revelan diferencias en la calidad del sueño
entre los dos grupos estudiados. En primer lugar, en la categoría de calidad
del sueño calificada como bastante buena y muy buena, se observó que el GFA
registró un porcentaje del 71%, mientras que el GPA alcanzó un 56%. Esta
discrepancia podría atribuirse al efecto positivo del ejercicio físico regular
en la calidad del sueño, ya que se ha demostrado que la actividad física puede
mejorar la eficiencia y la profundidad del sueño. Además, en términos de
eficiencia habitual del sueño, para el ítem, mayor al 85%, el GFA exhibió un
60%, en contraste con el 42,8% del GPA. Esta diferencia podría explicarse por
el hecho de que la actividad física regular puede regular el ritmo circadiano y
promover una mejor calidad de sueño. En cuanto a la perturbación del sueño, de
una a dos veces por semana, el GPA mostró un porcentaje más alto, llegando al
47,6%, esto sugiere que los estudiantes de este grupo pueden experimentar más
interrupciones en su sueño debido a la inactividad física y posiblemente a
otros factores asociados, como el estrés o la ansiedad. Por último, en relación
con el uso de medicamentos para dormir, en la categoría tres o más veces, no se
registraron casos en GFA, mientras que el Grupo GPA presentó un porcentaje del
23,8%. Lo que muestra dificultades para conciliar el sueño en este grupo que
podrían atribuirse a la inactividad física y otros factores asociados. Estos
resultados sugieren que la actividad física regular puede desempeñar un papel
importante en la promoción de una mejor calidad de sueño entre los estudiantes
universitarios.
Estos hallazgos concuerdan con lo señalado por Miranda-Nava
(2018), quien vincula la privación de sueño con la aparición de problemas de
salud física y mental. Así mismo, investigaciones en estudiantes universitarios
en China por Zhai et al (2018), respaldan esta asociación, mostrando que una
calidad de sueño normal está relacionada con niveles saludables de bienestar
psicológico, mientras que una mala calidad del sueño se asocia con niveles más
bajos de bienestar. Además, un estudio en Colombia identificó que el 77,1% de
los estudiantes presentaron puntajes bajos de calidad del sueño, subrayando la
necesidad de intervención médica y atención adecuada (Maya et al, 2019). Es
importante considerar que la calidad del sueño puede ser influenciada por una
variedad de factores, como variables sociodemográficas, hábitos antes de dormir,
rendimiento académico, ansiedad y anemia (Alegría et al, 2020;
Espinoza-Henríquez et al, 2019).
El
grupo físicamente activo en promedio
mostró valores más altos que el grupo poco activo, al respecto es
importante destacar, que dentro del GFA, las mujeres presentaron valores más
elevados en masa corporal, IMC, perímetro de la cintura e ICA en comparación
con sus pares del GPA. Por otro lado, para el caso de los hombres, el GPA
exhibió valores más altos en todas las variables antropométricas que sus
contrapartes del GFA. Los resultados revelan diferencias en la calidad del
sueño entre el GFA y el GPA. El GFA, exhibió una calidad del sueño mejor que el
GPA. El ejercicio físico regular parece tener un impacto positivo en la calidad
del sueño, mejorando la eficiencia y profundidad del descanso. Además, el GFA
mostró una mayor eficiencia habitual del sueño, posiblemente debido a la
regulación del ritmo circadiano. Por otro lado, el GPA experimentó más
interrupciones en el sueño, posiblemente relacionadas con factores como el
estrés y la ansiedad, agravados por la inactividad física. Además, los
estudiantes menos activos mostraron una mayor dependencia de medicamentos para
dormir. Estos hallazgos subrayan la importancia de
fomentar la actividad física para mejorar la calidad del sueño y destacan los
riesgos asociados con la inactividad física en el bienestar general de los
estudiantes.
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