Desterritorialización y transformación

de las dinámicas cotidianas de las familias víctimas del conflicto armado colombiano1

Deterritorialization and transformation of the daily dynamics

of the family’s victims of the Colombian armed conflict

IVÁN DARÍO MORENO-ACERO*

HTTPS://ORCID.ORG/0000-0003-1308-6184 MARÍA

LUISA SANDINO VELÁSQUEZ **

HTTPS://ORCID.ORG/0000-0002-2011-5871

ANGÉLICA MARÍA CARDOSO VARGAS ***

HTTPS://ORCID.ORG/0000-0003-4955-340X



Recibido: 07/11/2021; Aprobado: 09/02/2022; Publicado: 01/07/2022

1 Este estudio hace parte de la investigación “La familia, eje de desarrollo cultural, social y político” número FAM-49-2022, financiada por el Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana. Los datos generales y el informe macro se utilizaron para optar por el grado de magíster en Asesoría Familiar y en Gestión de Programas para La Familia.

* Doctor En Estudios Sociales. Investigador, Instituto de La Familia, Universidad de La Sabana, Chía (Colombia). Contacto: ivanma@unisabana.edu.co

** Magíster en Asesoría Familiar y en Gestión de Programas para La Familia. Profesora, I.E.D. Pbro. Carlos Garavito A. de Gachancipá (Colombia). Contacto: marialuisasandino@hotmail.com

*** Magíster en Asesoría Familiar y en Gestión de Programas para La Familia. Responsable de apoyo psicosocial, Escuela de Policía Gabriel González. Espinal, Tolima (Colombia). Contacto: amcardosov@gmail.com

R E S U M E N

La desterritorialización por el conflicto armado en Colombia ha sido un proceso complejo que deja consecuencias de tipo físico, psicológico, emocional y social. En particular, este estudio se enfocó en la comprensión de su efecto en la transformación de las dinámicas de las familias víctimas. Para ello, se siguió un paradigma sociocrítico, un enfoque cualitativo y un método descriptivo. Durante la recolección de las voces y vivencias de los participantes se emplearon entrevistas semiestructuradas a profundidad y conversaciones solidarias, las cuáles, antes de ser aplicadas fueron revisadas y evaluadas por pares expertos. Se entrevistaron 10 familias víctimas directas del conflicto armado colombiano quienes fueron incluidas teniendo en cuenta que era un estudio no probabilístico, con un muestreo por conveniencia. Para el análisis de los datos se utilizó el análisis crítico del discurso y el análisis conversacional. Principalmente se identificaron dentro de las nuevas dinámicas, la necesidad de preservar la unión familiar luego de la desterritorialización, un fortalecimiento de la presencia e importancia de la madre como líder y cabeza del hogar, la construcción de objetivos y metas familiares que puedan garantizar en el futuro estabilidad y, entre otras cosas, nuevas comprensiones y sentidos familiares sobre el valor del territorio.

Palabras clave: Familia, territorio, conflicto armado, desterritorialización, reconstrucción del territorio.

A B S T R A C T

The deterritorialization due to the armed conflict in Colombia has been a complex process that leaves physical, psychological, emotional, and social consequences. This study focused on understanding its effect in transforming the dynamics of victim families. For this, a socio-critical paradigm, a qualitative approach, and a descriptive method were followed. During the collection of the voices and experiences of the participants, in-depth semi-structured interviews and solidarity conversations were used, which, before being applied, were reviewed, and evaluated by expert peers. 10 families who were direct victims of the Colombian armed conflict were interviewed and were included considering that it was a non-probabilistic study, with a convenience sample. Critical discourse analysis and conversational analysis were used for data analysis. Mainly identified within the new dynamics, the need to preserve the family union after deterritorialization, a strengthening of the presence and importance of the mother as leader and head of the household, the construction of family objectives and goals that can guarantee in the future stability and, among other things, new understandings, and familiar senses about the value of the territory.

Keywords: Family, territory, armed conflict, deterritorialization, territory reconstruction.

Déterritorialisation et transformation des dynamiques quotidiennes des familles victimes du conflit armé colombien

R É S U M É

La déterritorialisation due au conflit armé en Colombie a été un processus complexe qui laisse des séquelles physiques, psychologiques, émotionnelles et sociales. En particulier, cette étude s'est concentrée sur la compréhension de son effet dans la transformation de la dynamique des familles victimes. Pour cela, un paradigme sociocritique, une approche qualitative et une méthode descriptive ont été suivis. Lors de la collecte des voix et des expériences des participants, des entretiens approfondis semi-structurés et des conversations de solidarité ont été utilisés, qui, avant d'être appliqués, ont été revus et évalués par des pairs experts. 10 familles victimes directes du conflit armé colombien ont été interrogées et ont été incluses en tenant compte du fait qu'il s'agissait d'une étude non probabiliste, avec un échantillon de convenance. L'analyse critique du discours et l'analyse conversationnelle ont été utilisées pour l'analyse des données. Principalement identifiés au sein de la nouvelle dynamique, la nécessité de préserver l'union familiale après la déterritorialisation, un renforcement de la présence et de l'importance de la mère en tant que leader et chef de famille, la construction d'objectifs et de buts familiaux pouvant garantir dans l'avenir la stabilité et , entre autres, de nouvelles compréhensions et des sens familiers sur la valeur du territoire.

Mots-clés: Famille, territoire, conflit armé, déterritorialisation, reconstruction du territoire.

Desterritorialização e transformação da dinâmica diária das vítimas famílias do conflito armado colombiano

R E S U M O

A desterritorialização devido ao conflito armado na Colômbia tem sido um processo complexo que deixa consequências físicas, psicológicas, emocionais e sociais. Em particular, este estudo se concentrou em compreender seu efeito na transformação da dinâmica das famílias das vítimas. Para isso, seguiu-se um paradigma sociocrítico, uma abordagem qualitativa e um método descritivo. Durante a coleta das vozes e vivências dos participantes, foram utilizadas entrevistas semiestruturadas em profundidade e conversas solidárias que, antes de serem aplicadas, foram revisadas e avaliadas por pares especialistas. Foram entrevistadas 10 famílias que foram vítimas diretas do conflito armado colombiano e foram incluídas considerando que se tratava de um estudo não probabilístico, com amostra de conveniência. A análise crítica do discurso e a análise conversacional foram utilizadas para a análise dos dados. Identificou-se principalmente dentro da nova dinâmica, a necessidade de preservação da união familiar após a desterritorialização, o fortalecimento da presença e importância da mãe como líder e chefe do lar, a construção de objetivos e metas familiares que possam garantir no futuro estabilidade e, entre outras coisas, novos entendimentos e sentidos familiares sobre o valor do território.

Palavras-chave: Família, território, conflito armado, desterritorialização, reconstrução do território.



  1. Introducción

El conflicto armado en Colombia, según Calderón (2016), se define como aquel que ha desencadenado violencia y violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario debido al uso de la fuerza armada por parte de los actores involucrados. En cuanto a los actores perpetradores, se han identificado dos tipos con distintas relaciones entre sí, uno, relaciones entre gobierno y guerrilla y dos, relaciones entre narcotráfico y grupos guerrilleros y paramilitares, además de actores internos y externos.

Cifuentes (2009) expone como las consecuencias del conflicto armado en Colombia en un momento dado se generalizaron, sin hacer distingo de personas, género, etnia, edad, condición económica, todos ellos se vieron afectados por las amenazas, violación a sus derechos, secuestros, muerte, desterritorialización, desintegración de familias, etc. Las familias son aquellas que reciben directamente el impacto más fuerte siendo ellas afectadas tanto en su condición de grupo como individualmente, cada uno de sus miembros puede llegar a sufrir varias consecuencias de la violencia (Rodríguez y Ariza, 2019). En este contexto, algunas veces el desplazamiento se presenta con el fin de proveer a los miembros de una familia seguridad, estabilidad y sobre todo la posibilidad de sobrevivir (del Castillo-Sabogal y Navarrete-Canchón, 2015).

Las situaciones de conflicto provocan gran cantidad de cambios, desde la vulneración de los derechos básicos a la vida (Obeso y Gonzáles, 2018), a la seguridad (Salazar et al, 2011), a la paz (Valencia, 2016), localizando a los actores del conflicto en posición de desacuerdo, alterando las condiciones de las familias que se ven afectadas (Monroy et al, 2018), modificando sus hábitos de vida (Doria-Falquez et al, 2021) y definitivamente desmejorando su calidad de vida (Martínez et al, 2020).

Jiménez y Soledad (2007) expone que quienes están desterritorializados provienen con sentimientos de inseguridad, incertidumbre, situaciones de pobreza, conflictos, violencia, violación de derechos, crisis económicas alterando sus condiciones de vida, modificando sus hábitos y desmejorando su calidad de vida. El mismo autor analiza un aspecto importante del desplazamiento, el retorno al lugar de origen indicando que puede ser un proceso complicado, ya que, los territorios siguen siendo controlados por los grupos armados y continúan las amenazas a la población y el control de sus habitantes impidiendo que estas familias retornen a sus lugares de origen e impidiendo la reconstrucción de estas sociedades.

Arias (2011) aborda la problemática del desplazamiento forzado en comunidades indígenas y afrocolombianas. Manifiesta que estas comunidades se organizan para crear espacios de participación en nuevos contextos. Las familias en situación de desplazamiento han perdido sus territorios, sus relaciones y situaciones afectivas con sus entornos. Se consideran como desterrados y, por lo tanto, han sido víctimas de la vulneración de sus derechos al territorio lo cual conduce a la pérdida de sus lugares sagrados, sus tradiciones y en general su cultura, sufren un proceso de deslocalización y desterritorialización.

Los efectos psicosociales para estas comunidades y sus familias son muchos, entre ellos la situación de extrema vulnerabilidad a la que se ven expuestos, enfrentar condiciones de vida precarias además de las condiciones emocionales a las que son expuestos. En estas condiciones, según los estudios de Cerquera et al (2020) y de Moreno- Murcia et al (2021), es necesario que las familias se revistan de gran fuerza no sólo física sino emocional para poder sobrevivir en busca de las condiciones de una vida digna.

Una de las consecuencias de la migración forzada o del desplazamiento es la desterritorialización, es decir, la ruptura radical de las personas con el hábitat geográfico, cultural, político e histórico alrededor del cual desplegaron y constituyeron su identidad personal y familiar (Ocampo y Martínez, 2012).

Con la desterritorialización, según Cruz et al (2019), Prado et al (2017), Rojas-Granada y Cuesta-Borja (2021) y Narváez-Medina (2018), se ven afectadas las relaciones sociales, ya que, deben dejar vecinos y conocidos en un contexto rural y llegan a lugares extraños para ellos, ven sus hábitos y costumbres alteradas y el trabajo que saben desempeñar ya no les sirve para sobrevivir, las opciones laborales se reducen considerablemente en condiciones de sobreexplotación e inestabilidad, en muchas de las familias desterritorializadas la madre se convierte en la cabeza visible y es ella quién debe responder por el sustento y el bienestar físico, emocional psicosocial y espiritual de sus hijos y demás familiares a cargo (Lara, 2019).

Yaffe (2011) afirma que la causa de la violencia es la desigualdad y factores sociales y presenta la hipótesis de una cultura violenta como mecanismo de resolución de conflictos entre los colombianos. Pero en este estudio quedó confirmado todo lo contrario, ya que las familias participantes demuestran ser pacíficas, conviviendo en comunidades rurales que no presentan conflictos, el territorio es un lugar donde viven seguros, en paz y construyendo familias sobre bases de valores, solidaridad, identidad y ayuda mutua.

Hernández (2001) expone que hay niños y adolescentes que desde temprana edad han sido expuestos a la violencia y se ven afectados por la miseria y la pobreza, son víctimas de desplazamiento forzado y desintegración familiar, es así como en esta investigación se observó que en sus participantes han quedado huellas emocionales por haber presenciado muerte, amenazas y maltrato a sus propios familiares de igual manera la desterritorialización genera grandes necesidades que deben ser suplidas en circunstancias no adecuadas para ellos. Hernández (2001) expone que hay niños y adolescentes que desde temprana edad han sido expuestos a la violencia y se ven afectados por la miseria y la pobreza, son víctimas de desplazamiento forzado y desintegración familiar, es así como en esta investigación se observó que en sus participantes han quedado huellas emocionales por haber presenciado muerte, amenazas y maltrato a sus propios familiares de igual manera la desterritorialización genera grandes necesidades que deben ser suplidas en circunstancias no adecuadas para ellos.

En esta investigación se descubre que la fe representada en el poder, la ayuda de Dios y la esperanza en sus creencias les permite a las familias desterritorializadas permanecer unidas, subsistir en medio de circunstancias adversas adaptándose y permaneciendo en medio de situaciones extremas, resignificando además las dinámicas familiares.

Arreola y Saldívar (2017) manifiesta que el territorio es construido por acciones históricas de los sujetos en un lapso y el concepto de territorio está considerado por las prácticas sociales en relación con la naturaleza o espacio físico, por esto se determina que el territorio es el resultado de una construcción y transformación constante de las actividades sociales, económicas, culturales y personales.

Valenzuela y Figueroa (2012) indica que existen entre el territorio y sus habitantes vínculos emocionales que generan un alto sentido de pertenencia, de identidad y afecto. De acuerdo con eso, esta investigación demuestra que a las familias desterritorializadas les cuesta trabajo y les cusa dolor desprenderse del lugar donde viven, sin embargo, posteriormente encuentran lugares que les proporcionan bienestar, estabilidad, tranquilidad, novedosas posibilidades de sustento y mejor calidad de vida.

  1. Metodología

2.1. Componente epistemológico

Para el desarrollo de esta investigación se contempló en paradigma sociocrítico (Rojas, 2014; Ramírez, 2004; Gordo, 2008; Sandoval, 1996), un enfoque cualitativo (Taylor y Bogdan, 1987; Ballesteros, 2014) y, un método descriptivo (Strauss, 2002; Ramírez, 2004; Schettini, 2016).

2.2. Componente poblacional y muestral

La selección de la población estuvo guiada por una técnica muestral no probabilística por conveniencia (Rojas, 2014; Izcara, 2014; Sandoval, 1996; Schettini, 2016). Para esta investigación, de acuerdo con el criterio de bola de nieve o de saturación de información (Martínez-Salgado, 2012), se aplicaron 10 entrevistas, 5 en el municipio de Gachancipá, Cundinamarca y 5 en el municipio El Espinal, Tolima, a 6 hombres y 5 mujeres pertenecientes a familias desterritorializadas, víctimas del conflicto armado colombiano. En una de las entrevistas participaron dos mujeres, madre e hija.

Los entrevistados provienen de los departamentos colombianos Huila (2), Tolima (2), Valle del Cauca (1), Bolívar (1), Cundinamarca (2), Caquetá (2) y Putumayo (1), quienes vivieron las circunstancias descritas en su niñez o adolescencia, presenciando los hechos registrados y experimentando las vivencias por sí mismos. Como criterios de inclusión se tuvo en cuenta que los participantes y sus familias fuesen víctimas directas del conflicto armado colombiano, asimismo que vivieran en las ciudades en las que residían los investigadores, con el fin de poder escucharlos en distintos momentos y así conocer a profundidad su historia.

2.3. Componente instrumental

Para la recolección de los datos se emplearon entrevistas semiestructuradas a profundidad y conversaciones solidarias (Taylor y Bogdan, 1987). Las categorías que se tomaron para la elaboración del guion fueron: familia, conflicto armado, familia y conflicto armado, territorio, desterritorialización, familia y territorio, familia y desterritorialización, familia y reconstrucción del territorio. Luego de la construcción y validación interna del instrumento se procedió a una validación externa por pares expertos (Ladrón et al, 2008).

Durante la investigación se contempló la firma de asentimientos/consentimientos informados, en donde los investigadores se comprometieron, sobre todo, con la omisión de los datos personales o geográficos, que llevaran a cualquier posible identificación y, por ende, revictimización (Schettini, 2016).

2.4. Componente analítico y procedimental

Una vez realizadas las entrevistas y las correspondientes conversaciones solidarias se procedió a la transcripción y categorización de los datos. Primero se realizó una codificación cerrada y luego una abierta, de la abierta emergieron los principales resultados y categorías emergentes del estudio (Martínez, 2008).

Una vez concluida la fase de subcategorización se realizó un análisis crítico del discurso a la vez que un análisis conversacional (Ballesteros, 2014; Rojas, 2014; Sandoval, 1996; Gibbs, 2012). En este texto, por cuestiones de espacio y extensión y para cumplir con las políticas editoriales, se presentan los resultados de las categorías: familia y territorio, familia y desterritorialización, familia y reconstrucción del territorio. Siguiendo este mismo criterio de optimización del espacio, se reduce el número de entrevistas citadas.

  1. Resultados

3.1. Familia y territorio

Las familias se construyen, se fortalecen y generan lazos de identidad en su territorio de origen mediante el trabajo, sus propiedades, las relaciones con sus vecinos, familiares y con el medio ambiente, hay gran cantidad de experiencias y recuerdos gratos de momentos vividos en familia en aquellos lugares en donde se pusieron esperanzas y deseos de permanecer por largo tiempo, en paz, con tranquilidad y estabilidad económica.

Adicionalmente las familias desarrollan diversas labores propias del campo, agricultura, cultivo de alimentos propios de la región, cría de ganado, principalmente, el lugar en donde viven se presta para desenvolverse en actividades económicas conforme a los lugares en donde se han acomodado estas familias. Son familias enteras quienes se dedican a estas labores del campo y éstas corresponden a su principal medio de sustento:

El esfuerzo y el trabajo cotidiano se ven recompensados de diferentes maneras, el agradecimiento por la vida, el sentimiento de obtener lo necesario y suficiente para satisfacer las necesidades primordiales, el aprendizaje de valores personales y familiares que se transmiten a través del ejemplo, con el compromiso y la responsabilidad de cumplir las actividades diarias.

La vida y el trabajo en el campo proporcionan el arraigo por el territorio, el cariño por las labores diarias, además permiten conseguir el sustento y la provisión necesaria para vivir tranquila y abundantemente fortaleciendo la construcción de familias estables, que en momentos de dificultad permanecen unidas en la medida de lo posible y brindan su apoyo incondicional a sus demás integrantes:

El valor del territorio para las familias radica en el resultado de la lucha diaria con la responsabilidad de las labores realizadas, las tareas cumplidas y el cariño que se genera por este lugar de existencia. Se observa el deseo de sentirse en paz y luchar por conseguir propiedades no en abundancia, pero si lo necesario para fundar familias económicamente estables.

En consecuencia, el deseo de las familias es permanecer por largo tiempo allí en sus territorios, construir familias extensas fortalecidas con lazos de unión y esfuerzo conjunto, los recuerdos de este pasado próspero y feliz siguen presentes en la mente de cada persona que lo vivió y con gran esfuerzo logran conseguir los recursos básicos y necesarios para continuar la vida:

Pasado el tiempo y a pesar de que las familias ya no permanecen juntas, como era el deseo de sus integrantes, se siguen recordando buenos tiempos y de alguna manera se anhela volver a vivir esas épocas que se sabe que no volverán. Las familias procuran comunicarse aún en la distancia y reconocerse según su identidad. El territorio y el entorno, para una familia en general y para una persona específicamente se constituyen como la base de sus raíces, del arraigo que permite la construcción de relaciones sólidas y duraderas en ambientes pacíficos, en busca de sustento y mejor calidad de vida en un futuro a mediano y largo plazo.

3.2 Familia y desterritorialización

Desafortunadamente, por las circunstancias de violencia y conflicto armado, vividas en estos territorios que han afectado a las familias que los ocupan, éstas se ven obligadas a salir de sus propiedades sin haberlo planeado y sin tener un rumbo fijo, lo que genera en ellas y sus integrantes sentimientos de desarraigo, pérdida de la esperanza, detrimentos físicos, económicos y emocionales.

Es decir, el proceso de desplazamiento representa experiencias muy dolorosas que marcan a las personas que lo viven, los deseos y metas a corto, mediano y largo plazo se ven destruidos y la expectativa de vivir equilibradamente se derrumba al descubrirse desprotegidos, desprovistos y desterritorializados. Se hace necesario para estas familias volver a empezar y construir nuevamente lo que en un tiempo se perdió:

Estas circunstancias que se presentan de un momento a otro, sin pensarlo mucho, deben afrontarse de manera repentina, apoyándose en la propia familia y algunas veces en la familia extensa, a pesar de las dificultades siempre se encuentra ayuda. En este proceso se busca preservar la integridad y la vida de todos y cada uno de los integrantes de las familias que se ven obligadas a desplazarse.

No obstante, viven circunstancias extremas de pobreza, hambre, soledad, tristeza y dificultades económicas que enfrentan con gran valentía, rebuscando trabajo, auxilio de familiares y vecinos que siempre están dispuestos a ayudar, sufren gran cantidad de dificultades, pero encuentran grandes posibilidades de progreso:

Tanto mujeres como hombres se ven enfrentados a luchas muy duras por la supervivencia propia y de sus familias, sus hijos, hermanos, progenitores y demás familia constituyen el motivo y el motor de seguir buscando salida a la difícil situación que deben resolver, se observa en ellos gran deseo de luchar, de nunca darse por vencidos.

En todas estas situaciones de desplazamiento y desterritorialización se encuentran las dos caras de la moneda, hay grandes pérdidas, pero también valiosas ganancias reconocidas por quienes viven estas situaciones extremas, la lucha por sobrevivir, por conseguir trabajo digno y sustento merecido se ve recompensada siempre:

Sorprendentemente, estas familias a pesar de haber perdido mucho o todo, se encuentra presente siempre una actitud de resiliencia, gran optimismo y aceptación de las circunstancias en agradecimiento por las condiciones de ganancia, esta actitud de quienes sufren dificultades extremas les permite sobrevivir y adaptarse a nuevas circunstancias, formas de vida y métodos de supervivencia.

En el espacio de llegada emergen actividades, trabajos estables, estudio para los menores, esperanza, acogida por parte de sus habitantes de origen, ilusión de alcanzar metas y grandes expectativas de un futuro mejor lo cual les permite a las familias arraigarse de manera más fuerte al lugar que escogieron para empezar:

Las actividades que se desempeñan en el territorio que acoge a las familias, trabajo en empresas, estudio, escuelas deportivas y culturales, los hace sentir seguros, confiados, estables y así mismo encuentran gran cantidad de posibilidades que les permiten obtener efectivamente logros que en su territorio de origen no hubieran alcanzado.

Las circunstancias cambian para las generaciones nacidas en el territorio que los acogió, aún quienes en un tiempo añoraron volver a sus tierras y ser felices como lo fueron, ya no esperan volver allí, reconocen que las circunstancias fueron muy difíciles y en esta tierra encontraron comodidades y expectativas de vida:

Se reconoce gran belleza en las nuevas tierras, agradecimiento por la acogida y el trabajo, estudio, viviendas brindadas al llegar a un lugar que, aunque desconocido fue acogedor, generoso y amable en medio de los escenarios violentos y difíciles que los obligaron a abandonar lo propio, estas tierras brindan estabilidad y seguridad para continuar levantando la familia.

La esperanza, la resiliencia, la valentía y el deseo de sobrevivir hacen que estas familias y cada uno de sus integrantes se mantengan fuertes, enérgicos y dinámicos en la consecución de otras formas de subsistencia, mejores expectativas hacia el futuro y mejor calidad de vida en sitios que proporcionan paz y actividades acorde a los recientes intereses.

3.3. Familia y reconstrucción del territorio

Después de que las familias y cada uno de sus integrantes han vivido situaciones difíciles en medio del conflicto armado, por el proceso de desplazamiento y finalmente la desterritorialización perdiendo propiedades, familia, esperanzas e ilusiones, en el nuevo espacio encuentran apoyo y acogida por parte de los vecinos, estabilidad económica a través de actividades económicas y seguridad por el entorno que favorece la reconstrucción de sueños y metas.

Por lo tanto, para estas familias en un nuevo territorio mejoran las condiciones y calidad de vida, consiguiendo nuevamente lo necesario, las dinámicas familiares cambian ya que en su tierra de origen las costumbres y la cultura eran muy diferentes a las del lugar actual, deben adaptarse al clima, a las condiciones físicas, a horarios y costumbres de otras tierras muy diferentes a las de su origen:

El temperamento y la forma de ser de estas personas les ayudan a mejorar las condiciones de vida en las circunstancias actuales, además se ven abocados a adaptarse a costumbres y formas de vivir, sin embargo, las circunstancias difíciles que viven no hacen que se retraigan, por el contrario, se adaptan, se acomodan y se apropian de estas condiciones.

Algunas veces a pesar de que mejoran las condiciones de vida, hay situaciones de dificultad que cambian las circunstancias, en algunos casos no se encuentra aceptación por parte de las personas oriundas del lugar de llegada se hace necesario buscar ayuda profesional y los cambios geográficos y espaciales afectan a los integrantes de estas familias:

Estas familias se ven enfrentadas a situaciones extremas en las cuales deben buscar ayuda no solo económica sino de profesionales como psicólogos, trabajadores sociales entre otros para poder entender y resolver las condiciones que les afectaron emocional y psicológicamente en el pasado, las consecuencias son fuertes y las huellas imborrables.

En síntesis, por todas estas circunstancias se hace necesario tomar decisiones que a veces parecen extremas, pero son el comienzo de una vida que les permiten volver a empezar y retomar una vida tranquila, todo esto se logra con el apoyo de su familia, la compañía de sus hijos y el permanecer unidos en situaciones difíciles:

Las puertas se van abriendo poco a poco y estas familias van retomando condiciones de vida mejores a las que vivieron el en proceso de desplazamiento y como consecuencia la desterritorialización, se van aprovechando oportunidades de participación en actividades comunitarias, deportivas y culturales con la intención de hacerlos sentir mejor.

Las actividades actuales son diversas hay mayores posibilidades de trabajo, de estudio y se observa mejora en un futuro a medida que se encuentra un lugar estable, los integrantes de la familia que son menores animan a los mayores a buscar actividades que los mantengan ocupados y entretenidos:

El esfuerzo se ve recompensado al encontrar mejores circunstancias que se ven reflejadas en una mejor calidad de vida, seguridad y estabilidad tanto económica como emocional y psicológica, para todos y cada uno de los integrantes de estas familias que en algún momento sufrieron los rigores de la violencia.

En la distancia, desde el lugar de asentamiento, las familias siguen pendientes de la familia extensa, se comunican constantemente, buscan la manera de visitarse y a pesar de encontrarse a grandes distancias, se sienten serenos de saber que están bien y guardan la esperanza de volverse a ver:

Los lazos de sangre se fortalecen con la distancia y les permiten a estas familias recordar siempre a sus allegados y aunque no se encuentran cerca, la cercanía está en el pensamiento y el deseo de bienestar para cada uno, su deseo es volver a estar juntos y hacen lo necesario para apoyarse aun en la distancia.

La actitud de resiliencia presente en todas y cada una de estas familias y sus integrantes les permite ver el lado positivo de las circunstancias difíciles, les permite amoldarse, acostumbrarse, adaptarse, aprender las costumbres y la forma de ser de quienes lo rodean, todo esto toma tiempo, pero lo logran:

La esperanza de un futuro mejor nunca se pierde, las actitudes y pensamientos positivos siempre están presentes, ayudando a quienes vivieron la violencia, el conflicto armado y como consecuencia la desterritorialización, a encontrar un futuro prometedor y una vida pacífica y segura.

Aunque toma algo de tiempo estas familias se sienten parte del lugar de acogida en general no tienen problema alguno, por lo contrario, han sido bien acogidos y están agradecidos, no quieren irse a otra parte ni volver a sus tierras de origen, en primera instancia porque allí no tienen nada, posteriormente porque temen volver a vivir la violencia y finalmente porque han sido acogidos en estas tierras:

En el lugar de acogida se presentan personas dispuestas a brindar su ayuda y su apoyo a quienes lo necesitan, reconocen la necesidad de las familias desterritorializadas y les ofrecen socorro en todo lo necesario, las familias resurgen a partir de esta ayuda que se les ha brindado ya que son capaces de valorarla y con su esfuerzo logran establecerse.

Del mismo modo estas familias construyen un proyecto de vida hacia el futuro, cuando ya están establecidos y han suplido sus necesidades básicas, empiezan a observar y construir mecanismos de supervivencia que les permiten arraigarse al lugar que los acogió, hacen planes, retomando metas y objetivos que creyeron perdidos en algún momento:

El futuro es claro para estas familias, construir la vida, empezando de cero llenándose de ilusiones y nuevas metas por cumplir hace que permanezcan estables en el lugar que han escogido para establecerse. Vuelven a tener la ilusión de una casa propia, de un terreno donde construir y permanecer en este lugar.

Por otra parte, los integrantes más jóvenes de las familias ven la situación desde un punto de vista diferente, ellos no conocen las circunstancias vividas en el conflicto armado, nunca las conocerán y tampoco se interesan por hacer a sus progenitores recordar los acontecimientos que le hicieron huir en busca de sobrevivir y encontrar estabilidad:

A estas nuevas generaciones tampoco les interesa, conocer ese pasado, las costumbres y las vivencias de un territorio que nunca conocieron y del que no forman parte de ninguna manera, su vida se ha construido aquí y seguirán edificando formas de vida diferentes a las de sus progenitores y antecesores.

Se lucha por renacer y construir sueños replanteando una nueva forma de vida resignificando cada escenario y cada contexto en pro de una mejor calidad de vida, con aspiraciones diferentes, metas sin olvidar la búsqueda de paz proporcionada por la seguridad que les brindan en el lugar de llegada:

Los procesos de adaptación les permiten a estas personas y sus familias reconstruir sueños, sembrando semillas con esfuerzo, pero con gran esperanza e ilusión para reconstruir familias, territorios, propiedades y pertenencias que suplen necesidades básicas y expectativas.

Ante todo es gratificante ver que aunque estas familias no olvidan y sienten alguna nostalgia por tiempos pasados en los que nunca se imaginaron vivir situaciones tan complejas, hacen uso de la capacidad de adaptación, actitud de resiliencia, construcción de esperanzas sin rencores ni odios, así, estas familias que en un tiempo fueron desterritorializadas, ahora encuentran alternativas en tierras que nunca habían conocido, en espacios vitales que les brindaron apoyo y gentes que les tendieron la mano, restituyendo en sí mismos lo que un día perdieron por causa del conflicto armado.

  1. Discusión

En términos generales la desterritorialización causa un efecto real y trascendental en la transformación de las dinámicas de las familias víctimas del conflicto armado colombiano, la percepción y la resignificación de conceptos básicos como familia, conflicto armado, territorio, desterritorialización, reconstrucción del territorio, por parte de los integrantes de estas familias a través de sus propias experiencias vividas en sus lugares de origen se plasma en los siguientes hallazgos:

En primer lugar, en este estudio hay hallazgos coherentes con los antecedentes teóricos reportados por otros autores como Hernández (2005) quien afirma que la familia debe observarse a través de la interacción con su entorno. Existen relaciones continuas entre la familia, sus miembros, el individuo y la sociedad. Aquí se observa que la familia proporciona bienestar y da soporte a las relaciones entre sus integrantes, enseña a enfrentar los problemas en busca de un objetivo común. Son importantes los lazos de sangre que establecen la principal fuerza para mantener familias unidas.

Por otra parte, Altarejos, Martínez y Rodríguez (2005) expone que los niños como sus padres aceptan, comprenden y se adaptan a las diferentes costumbres y culturas del lugar en que viven o les toque vivir. Por esta razón es importante el acompañamiento y orientación de los padres constantemente en el ejercicio de valores como la disciplina y el amor.

En este estudio se encuentra que las dinámicas y costumbres familiares cotidianas se ven afectadas y deben ser modificadas por todos los integrantes de ellas, deben adaptarse a una nueva vida, fortaleciendo los lazos de unión, amor y solidaridad apropiándose de responsabilidades que permiten enfrentar ese presente lleno de dificultades.

A pesar de haber perdido mucho o todo, se encuentra presente siempre una actitud de resiliencia en agradecimiento por las condiciones de ganancia que les permiten sobrevivir y adaptarse.

Analizando estudios anteriores se encuentran contradicciones con respecto a lo expuesto por Yaffe (2011) quien afirma que hay teorías que explican que la causa de la violencia es la desigualdad. Por otra parte, se han determinado factores sociales e hipótesis de una clara cultura violenta como mecanismo de resolución de conflictos en el tejido social de los colombianos.

Lo anterior es discordante ya que en este estudio se observa que las familias son pacíficas, conviven con una comunidad y se desarrollan actividades cotidianas sin conflictos, el territorio se percibe como un lugar donde vivir a gusto y representa un lugar de seguridad, las familias se construyen, se fortalecen y generan lazos de identidad mediante el trabajo, las relaciones de vecindad, familiares y con el medio ambiente.

Adicionalmente hay similitud con lo que expresa Bello (2000), los grandes afectados son familias enteras que deben desplazarse a las ciudades y a los grandes centros urbanos en condiciones de pobreza, cambiando costumbres y creencias, las opciones laborales son hostiles en este contexto y se reducen considerablemente en condiciones de sobreexplotación e inestabilidad, la mayoría de familias desterritorializadas son incompletas, porque la mujer debe asumir su rol como cabeza de familia y debe buscar el sustento para su núcleo familiar.

Las familias de esta investigación manifiestan que el conflicto armado siembra miedo y terror, genera inestabilidad económica y emocional, dejando a su paso huérfanos, viudas, separación, muerte de familiares, pérdida de los bienes, causando sentimientos encontrados e inseguridad.

Por lo tanto, estas familias deben enfrentar circunstancias extremas, de hambre, pobreza, trabajar en oficios diferentes a los cotidianos para poder sobrevivir y tener sustento económico, se hacen fuertes y valientes en busca de la adaptación, por ejemplo, a trabajos a los que no estaban acostumbrados.

Coincide también cuando Hernández (2001) expresa que hay menores que desde temprana edad están expuestos a la violencia se ven afectados cuando sufren miseria y pobreza, soportan situaciones de desplazamiento forzado y desintegración familiar y han sido testigos de hechos violentos contra sus allegados.

Los integrantes de algunas familias de este estudio manifiestan que la muerte injusta de varios de sus familiares los ha dejado marcados para el resto de sus vidas, enfrentan múltiples necesidades, cuando pierden al padre y los hijos deben asumir responsabilidades a temprana edad.

Arreola y Saldívar (2017) plantea que el territorio es construido por un conjunto de acciones históricas, son los sujetos y sus acciones en un lapso quienes establecen el concepto de territorio considerando sus prácticas sociales en relación con la naturaleza o espacio físico, por lo tanto, se determina que es el resultado de una construcción y transformación constante de las actividades sociales, económicas, culturales y personales.

En las familias estudiadas coinciden estos planteamientos cuando expresan que el territorio permite aprender valores como el amor al trabajo y el respeto por los demás. Un territorio estable facilita la edificación de la familia que se funda bajo unos criterios de esfuerzo, colaboración y construcción de valores mediante el trabajo diario y la dedicación constante.

Murillo (2015) define la territorialización como la construcción de territorio que propicia dinámicas reales y significativas del sujeto con su espacio, en un contexto socioeconómico que trasciende a vivencias y emociones de los sujetos. Los vínculos con el lugar de acogida son estrechos en la medida en que son la fuente de satisfacción de todas sus necesidades pues proporcionan trabajo y capital.

Valenzuela y Figueroa (2012), indica que es necesario identificar en el territorio los vínculos emocionales entre este y sus habitantes, el territorio genera un alto sentido de pertenencia, de identidad y de vínculo afectivo. Este hallazgo se confirma, cuando los entrevistados manifiestan que cuesta dolor desprenderse del lugar donde viven, aunque en la búsqueda de un lugar vital para refugiarse, construyan raíces, bienestar, estabilidad y posibilidades de sustento y satisfacción de necesidades. El valor del territorio para las familias es el resultado de la lucha diaria, con responsabilidad y cariño que genera este lugar de subsistencia.

Moraes (2009), también considera que la desterritorialización se refiere más a procesos de reterritorialización y multiterritorialidad. El concepto de desterritorialización debe ser asociado con la capacidad de vivenciar diferentes territorios como propios, es un medio para lograr estabilidad, bienestar, y en algunos casos la supervivencia.

Según Jiménez y Soledad (2007) las situaciones de conflicto armado provocan gran cantidad de cambios, desde la vulneración de los derechos básicos alterando las condiciones de las familias que se ven afectadas, modificando sus hábitos de vida y definitivamente desmejorando su calidad de vida.

También Cifuentes (2009) expone como las consecuencias del conflicto armado en Colombia no hacen distingo de personas, género, etnia, edad, condición económica, todas aquellas se ven afectadas por las amenazas, violación a sus derechos, secuestros, muerte, desterritorialización, desintegración de familias, entre otros.

El desplazamiento se presenta con el fin de proveer a los miembros de una familia seguridad, estabilidad y sobre todo la posibilidad de sobrevivir y les exige recorrer caminos inciertos, después de abandonar su lugar de residencia, sus actividades económicas, viendo vulneradas su libertad, su seguridad y su supervivencia. Lo cual coincide con este estudio al observar que el conflicto armado es considerado como situaciones inesperadas de guerra y desastre, es arbitrario, genera maltrato y victimiza familias completas, no hace discriminación de quienes se apodera, somete sin distinción a víctimas inocentes, se ven obligados a salir de sus propiedades sin planearlo y sin rumbo fijo.

Si la vida y la integridad personal y familiar se ven amenazadas se hace necesario recurrir a estrategias de escape y buscar lugares en donde refugiarse que provean sustento sin importar las dificultades para poder sobrevivir. Estas familias viven circunstancias extremas de pobreza, hambre, soledad, tristeza y dificultades económicas que enfrentan con gran valentía, buscando opciones para sobrevivir.

Jiménez y Soledad (2007) ilustra cómo los movimientos migratorios bien sean de carácter voluntario o forzados siempre representarán desigualdades entre los grupos humanos que los protagonizan, por una parte, para quienes llegan a un territorio pues proceden con sentimientos de inseguridad, incertidumbre, situaciones de pobreza, conflictos, violencia, violación de derechos, crisis económicas, entre otros. En las sociedades receptoras se incrementan la pobreza, los cinturones de miseria, conflictos entre culturas, discriminación, etc.

Si bien es cierto que hay situaciones de dificultad en el lugar al que llegan, en algunos casos no se encuentra aceptación por parte de las personas oriundas, pero este planteamiento no coincide del todo ya que se reconoce gran belleza en las nuevas tierras, agradecimiento por la acogida y las alternativas de trabajo, estudio, vivienda brindadas al llegar a un lugar que aunque desconocido fue acogedor, generoso y amable en medio de los escenarios violentos y difíciles que los obligaron a abandonar lo propio, estas tierra brindan estabilidad y seguridad para continuar levantando la familia.

Tamayo (2017) y Martínez et al (2020) muestran en mujeres desplazadas el miedo continuo, agresiones, pérdida de sus hijos y sus tierras, las mujeres son sometidas y victimizadas por la violencia, pero a pesar de esta situación se sobreponen a las circunstancias generando grupos de mujeres solidarios en donde el dialogo y la comprensión fortalecen los procesos de resiliencia que les proporcionan empoderamiento y posibilidad de resignificar sus vidas.

Se encuentra coincidencia entre el planteamiento y el estudio ya que superaran momentos difíciles con el apoyo de la familia, la compañía de hijos y el permanecer unidos. Las madres en la mayoría de los casos son emprendedoras, orientadoras y consejeras, cuando la familia queda desamparada por la pérdida de alguno de sus integrantes. Estas madres luchan por sus hijos para darles un futuro mejor, enseñándoles valores y esperanza en la unidad familiar.

Jiménez y Soledad (2007) analiza que cualquiera de las manifestaciones de la migración (forzada o voluntaria) refleja desigualdades y desequilibrios entre grupos sociales. Lo cual genera una serie de conflictos entre las sociedades receptoras y la población en condición de desplazamiento, de igual manera manifiesta que en el momento en que los individuos deciden retornar a sus lugares de origen encuentran situaciones de conflicto al verse sometidos a una nueva adaptación.

Ocampo et al (2017) contemplan la dinámica de resignificación del territorio para las familias desplazadas que les exige adaptarse a condiciones precarias en entornos de pobreza y de dependencia, al llegar a un lugar en el que han de asentarse se encuentran en situaciones riesgosas para todos ellos, pierden su identidad y la relación con sus allegados, como consecuencia casi pierden el sentido de sus vidas.

Los anteriores planteamientos difieren de lo encontrado en este estudio, ya que, así como estas familias a pesar de haber experimentado la muerte tan de cerca manifiestan también su agradecimiento por haber podido salir vivos de esos lugares de conflicto, las historias de violencia y muerte que quedaron en el pasado.

Estas familias permanecen unidas y superan estos episodios, en algunos casos también buscan ayuda de familiares en otros territorios. Las familias procuran comunicarse aún en la lejanía y reconocerse según su identidad. En la distancia, desde el lugar de asentamiento, las familias siguen pendientes de la familia extensa fortaleciendo los lazos de sangre. Estas familias se sienten parte del lugar de llegada, en general no tienen problema alguno, por lo contrario, han sido bien acogidos y están agradecidos, no quieren irse a otra parte ni volver a sus tierras de origen.

Se han encontrado aspectos novedosos de la desterritorialización, como la fe que en su contexto constituye el poder y la ayuda de Dios. Siendo relevante, para encontrar esperanza, verdad y consuelo en medio de dificultades extremas. La familia es considerada como don divino y como lo más importante después del Creador para poder subsistir. La familia se constituye en un grupo social trascendental, capaz de adaptarse a las circunstancias más extremas que se le puedan presentar, sin colapsar.

A pesar de que la familia es considerada como ese todo, motor de la vida entera y apoyo incondicional, también en circunstancias de disfuncionalidad se convierte en factor de vulneración de derechos, maltrato, violencia y abuso, generando sentimientos encontrados. Los integrantes más jóvenes de las familias desterritorializadas, conocen las circunstancias vividas por sus antecesores, a través de narrativas del conflicto armado.

  1. Conclusión

Las consecuencias de la desterritorialización en las dinámicas de las familias afectadas por el conflicto armado en Colombia son trascendentales, dolorosas y devastadoras, ya que producen mutilaciones tanto físicas como emocionales en cada uno de sus integrantes quienes inesperadamente deben acomodare a roles impropios de su cotidianidad; por esta razón el único recurso posible es asirse a los valores aprendidos en casa como la unión, el amor y la solidaridad familiar para sortear todas las dificultades sufridas en ese pasado lleno de zozobra, incertidumbre, angustia y desolación.

Al emprender una vida diferente es significativo asumir una actitud resiliente fortalecida por la fe y la gratitud a un ser superior que les permite reconstruir su historia, para resignificar los conceptos de familia y territorio en un lugar al inicio agreste que con el paso del tiempo se vuelve acogedor permitiendo mitigar el miedo, el temor, la inestabilidad económica y emocional, sin olvidar los sentimientos encontrados causados por las huellas de la violencia, la vulneración de derechos fundamentales, las situaciones extremas vividas por causa de la violencia y en consecuencia la desterritorialización.

Las extremas necesidades, la muerte y los daños emocionales presentes en este estudio marcaron las historias de las familias desterritorializadas, las cuales requieren atención en diferentes niveles de intervención con respeto, esfuerzo, colaboración y construcción de valores y con ayuda profesional que le permita a cada integrante de la familia elaborar duelos y resignificar conceptos y roles básicos en su posición dentro de ella. Puesto que las situaciones inesperadas generadas por el conflicto armado, deben ser afrontadas apresuradamente, para preservar la vida, al salir del territorio abandonando todas sus pertenencias, enfrentándose a circunstancias de extrema dificultad en busca de trabajo y supervivencia, adaptándose obligatoriamente a lugares, climas, costumbres y culturas en un lugar ajeno y desconocido que en la mayoría de los casos brinda buenas alternativas de trabajo, vivienda, estudio, para la construcción y fortalecimiento de la familia.

La desterritorialización es un proceso complejo que produce sentimientos ambivalentes dependiendo de los antecedentes familiares y emocionales, ya que en algunos casos lograron algo mejor de lo que tenían, aunque psicológicamente no han superado sentimientos de nostalgia y rabia; en otros la esperanza que les permitió subsistir. Estas familias desterritorializadas se adaptan a un lugar de asentamiento, después de algún tiempo fortalecen lazos de amistad y de vecindad siendo muy bien acogidos por los habitantes colindantes, manteniendo relaciones pacíficas y conservando la fe y la esperanza que les permitió subsistir y superar las situaciones extremas a las que se vieron sometidos, adaptándose a los contextos que les han brindado todo su apoyo y solidaridad.

Las condiciones específicas que viven estas las familias en el lugar de acogida, luego de superar las adversidades, se resumen en trabajo para los adultos, estudio para los niños y adolescentes, estabilidad económica, emocional y condiciones dignas de vida, velando por el respeto a los derechos fundamentales de cada integrante de la familia adaptándose a rutinas y actividades que permiten crecer cada día y alcanzar las metas propuestas en el nuevo contexto.

Ahora bien, los integrantes más jóvenes de estas familias, nacidos en el actual territorio solo tienen conocimiento de las adversidades soportadas por sus antecesores a través de sus relatos y no son conscientes de las dificultades afrontadas, su vida y las circunstancias actuales se desarrollan tan naturalmente que nunca alcanzarán a imaginarse lo superado por sus familiares.

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