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te teóricos sino también prácticos sobre lo que es la labor de las ciencias.
Para él, el hombre es un ser distinto a los animales irracionales y es por ello
que el mismo hombre trata de investigar su propio mundo. La ciencia marca
la diferencia entre el quehacer del hombre y los animales. Es por medio del
Bunge (2013, p.9), la ciencia es “un conocimiento racional, sistemático, exacto,
vericable y por consiguiente, falible”.
El hombre en su labor progresiva por conformar un mundo controvertido
pero, tal actividad se transforma en tecnología cuando se sucede un nuevo
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dad. Bunge (2013, p.9) señala que “el conocimiento cientíco es como un sis-
tema de ideas dadas provisionalmente y la investigación cientíca como una
actividad productora de nuevas ideas”.
Para Bunge, las ciencias formales se dividen en la lógica y las matemáticas, y
las ciencias fácticas se dividen en ciencias de la naturaleza y ciencias sociales.
ciencias formales son racionales, sistemáticas y vericables, pero no son ob-
jetivas, no nos dan informaciones acerca de la realidad empírica (Bunge, 2013,
p.10). Los entes abstractos solamente existen en la mente humana. Quienes
se dedican al estudio de la lógica y las matemáticas, crean sus propios ele-
mentos de trabajo intelectual. Este trabajo del ente ideal presta su ayuda al
trabajo investigativo del economista, del sociólogo, del físico, etc.
Los números no tienen existencia ideal fuera del pensamiento humano, y allí,
dentro del cerebro solamente poseen existencia conceptual. En el mundo real
encontramos 3 libros, en el mundo de la cción construimos 3 platos voladores.
¿Pero, quién vio jamás un 3, un simple 3? (Bunge, 2013, p.10).
Las ciencias fácticas, o sea, las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales
recurren al trabajo de las matemáticas para la realización de sus investiga-
ciones empíricas pero tales ciencias no identican las formas ideales con los
Ernesto Fajardo