El Gran Caribe en femenino: Dos volúmenes plurales y múltiples

Los trabajos desafiantes y complejos de mujeres creadoras han impulsado miradas renovadoras a esta franja que llamamos Gran Caribe. La reunión de textos en torno a sus obras que presentamos aquí tiene el propósito de contribuir a diseminar corpus, nombres y perspectivas que se sumen a la labor que en Colombia se ha hecho para fomentar la lectura e investigación sobre la producción artística y cultural de las mujeres en este lugar.

Siendo el Gran Caribe una categoría nominal, estratégica, para una geografía difusa, sumamente móvil, este trabajo de resaltar algunos aportes hechos por creadoras en este mundo entraña de suyo varias particularidades. Para empezar, del impresionante catálogo de escritoras y artistas activas en el Caribe no hispano (francófono, anglófono, lusófono, creolófono), apenas si asoman tres o cuatro en estos dos volúmenes. No cuenta poco en esa sintomática ausencia, la inversión en traducción que tendría reunir textos provenientes de esos otros Caribes para una revista académica, dependiente de lo institucional universitario. La carencia de artículos sobre mujeres en el Caribe holandés, por ejemplo, en estos números para los cuales la convocatoria fue pública, es elocuente al respecto.

Un trabajo de este cuño implica, así mismo, la imposibilidad de incluir, ni siquiera en dos volúmenes, una muestra representativa de esa geografía porosa donde la publicación por parte de mujeres es desbordante, una muestra que fuera más allá de los nombres en boga y que estuviera pensada desde las realidades concretas y disímiles de ese Gran Caribe múltiple: los temas y los paradigmas críticos en cada uno de los frentes lingüísticos del Gran Caribe responden a historias y perspectivas críticas disímiles.

El panorama que presentamos es, por tanto, recortado, fragmentario. Por ejemplo, recibimos artículos fundamentalmente de investigadores en Estados Unidos y de Latinoamérica (a menudo informados por la bibliografía proveniente de Estados Unidos). La mayoría de estos trabajos son interpretativos y basados en la lectura de textos escritos, salvo por el artículo sobre las estrategias de la banda Comadre Fulôzinha y artículo sobre procesos curatoriales de obras con enfoque de género.

Del ensamblaje de todos estos textos, se desprende un croquis muy caleidoscópico de enfoques sobre lo femenino: algunos duramente teóricos, otros que con algunas herramientas del enfoque de género se acercan a su objeto, otros más que sin pensar directamente desde un frente feminista consolidado, están evidenciando dinámicas para entender las construcciones de los sujetos femeninos en este Gran Caribe. En este (y otros sentidos) el proceso de edición de los dos volúmenes fue arduo y generó en nosotras, las editoras, profundas reflexiones. Aunque quisimos privilegiar una orientación interseccional, en la que se cruzaran frentes teóricos dispares, apostamos a elaborar un número de manera colectiva donde las categorías de clase, raza, género y cultura fueran centrales. Por ello, en la selección de los textos buscamos los de mayor énfasis en perspectivas poscoloniales y/o de género, pues coincidimos en que el corpus específico de los sujetos femeninos latinoamericanos y caribeños no debe trabajarse con las mismas herramientas teóricas y críticas masculinistas de siempre y que el Gran Caribe ha de verse en su especificidad histórico-política.

Algunos rasgos de estos dos volúmenes nos resultan sumamente valiosos. Para empezar, las traducciones de autoras que todavía no circulan en nuestra lengua, como Gisèle Pineau, Opal Palmer Adisa, y las varias poetas haitianas, o de textos que para una reconstrucción de las visiones sobre lo femenino en el Caribe son enormes aportes, como el caso de la leyenda de Zulmiera o el del pensamiento de Sylvia Wynter.

Así mismo, llamamos la atención sobre algunas huellas de lo local (para el caso colombiano) que se pesquisan en varios de los artículos y que intentan delinear algunas tradiciones que bien haríamos en estudiar con más detalle y atención. La lucha por un espacio en el mundo de la plástica, la sui generis tradición del teatro en San Andrés, el modo como un encuentro de mujeres poetas va construyendo un frente visible, la manera como unas cantantes nordestinas ponen en escena una performance subversiva en pequeños gestos, por ejemplo, son todas marcas de experiencias regionales que involucran lo femenino y que aún están insuficientemente mapeadas. Son experiencias imprescindibles a las que la academia suele cerrar sus filas cuando cae en monólogos cultos y se aleja de la experiencia cotidiana femenina y sus meándricas manifestaciones.

Varios de los textos se suman a la empresa de revisión de supuestos sobre lo femenino en el Gran Caribe en focos geográficos (como Cuba o Nicaragua), géneros (como el testimonio, el teatro, la poesía), estrategias de apropiación (como las de la cultura de masas), momentos históricos (desde la Colonia hasta el Período Especial, pasando por la revolución nicaragüense), o temas (la junción moda-ciudadanía, la santería).

Tales revisiones evidencian cómo algunas mujeres se han posicionado, desde una sólida resistencia a las ideologías establecidas, desde estrategias como la reescritura, la ironía, la parodia y la hibridez. Es el caso de escritoras como Marvel Moreno y Márgara Russotto quienes, desde la narrativa y la poesía respectivamente, cuestionan los lugares que se le han asignado tradicionalmente a la mujer. Estas lecturas ratifican también que la urdimbre de las vías para burlar el encierro de las feminidades normativas se construye en espacios múltiples e insospechados: una obra performática como Vacío creada por el Teatro Abya Yala desde Costa Rica que cuestiona los presupuestos médicos sobre la maternidad y la feminidad o un libro aparentemente de jardinería, como el de Jamaica Kincaid, que desde la matriz de un cuerpo de flores catapulta una mirada aguda de la colonización.

Hemos reunido estas revisiones en dos volúmenes que se suman a las propuestas que, desde el 2005, viene exponiendo a la discusión la revista Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica. Las páginas de estos dos números revelan modos de cuestionar el sistema patriarcal que, incluso, habitan y constituyen la academia, una academia que sigue jerarquizando y sexualizando sus prácticas. Estos números son, pues, un cuerpo plural de artículos que, aun siendo la mayoría producido en el marco del contexto académico y universitario, intenta interpelarlo. Lanzamos, más que una nueva entrega de la revista, un gesto que busca interrogar la escasez de espacios para la crítica literaria y cultural feminista —en sus diversas formas de asumirla— en nuestra región.

El trabajo de edición del presente número ha correspondido con ese ejercicio solidario, presto a reconocer las diferencias y hacerlas una sola fuerza, como diría A. Lorde. Las autoras y autores y las editoras, desde distintos frentes y modos de entender los estudios literarios y culturales, desde diversos sitios y modos de emprender la tarea, concretamos lo que fue un proyecto a fin de que fuese una herramienta para intervenir el quehacer crítico, editorial y educativo del Caribe colombiano. Esperamos que su circulación entre un público amplio, con la discusión de sus textos en clases y grupos de trabajo, contribuya a la construcción de puentes entre territorios y pensamientos.

 

Las Editoras

Mónica María Del Valle Idárraga, Ph D. en Estudios Culturales

Eliana Díaz Muñoz, Magíster en Literatura Hispanoamericana y del Caribe

Mercedes Ortega González-Rubio, Doctora en Estudios Iberoamericanos

Publicado: Aug 1, 2014