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los resistentes
Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica • ISSN 1794-8290 • No. 24 • Julio-Diciembre 2016 • 145-149
Como lo mencionaba, antes de la fundación del pueblo, los indígenas Zenú
habitaban este lugar desde periodos prehispánicos y convivían con los Ma-
libúes, quienes también residían en esta zona montemariana; constituyén-
dose en pueblos insignes para las relaciones políticas, económicas, sociales
y culturales que actualmente se construyen en la zona. Los Malibúes eran
reconocidos por su trabajo con piedra para la fabricación de utensilios y
objetos decoradores, además de que por medio de petroglifos grabados en
ellas, podían comunicarse (Museo Comunitario San Jacinto, 2014). Algu-
nas de estas piezas se conservan en el Museo Comunitario de San Jacinto,
debido a que Guillermo Quiroz Tiedjen —el teacher— las mantenía en su
casa y en 1984 aproximadamente, se las entregó a su hermano Jorge —El
Braco—, cuando apenas se gestaba el proyecto del museo como una Bi-
blioteca Municipal. Actualmente es Jorge, uno de los Quiroz, quien lleva
la batuta de este espacio de encuentro sociocultural. Allí se exponen piezas
con un alto valor arqueológico, y también, suena la gaita y los tambores;
y el bullicio de los niños, niñas y jóvenes que se dan cita a las clases de
música en las tardes.
Los hijos de Manuel Quiroz, los Quiroz Tiedjen, eran trece hermanos
oriundos de San Jacinto, entre los cuales se encontraban Guillermo, Fre-
deric y Carlos, a quienes les fue arrebatada la vida como consecuencia
del conicto armado en el territorio; espacio que ha sido violentado por
guerrillas —ELN, ERP, EPL y FARC—, grupos paramilitares, la Fuerza
Pública y las bandas criminales. Porque a la par que se han tejido mochilas
y una famosa hamaca grande, se ha tejido también un conicto en torno a
la posesión de la tierra y éste ha sido violento y avasallador para el pueblo.
Cuando apenas comenzaba el siglo XX, en Colosó, Ovejas y San Onofre,
municipios de Sucre, se crearon organizaciones que luchaban por la tie-
rra; esta dinámica se extendió a Bolívar, creándose también las “Ligas
campesinas” entre 1930 y 1940 (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, 2010). Contagiados por las dinámicas del campesinado en La-
tinoamérica, se conforma la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos
(ANUC), de la cual hizo parte “El teacher” como secretario general.
Guillermo había empezado a estudiar Filosofía y Letras en la Universidad
del Atlántico, pero se retiró de la carrera, volvió a su pueblo y se dedicó a
enseñar en el Instituto Rodríguez, donde se enamoró de una estudiante que
posteriormente fue su esposa, cual narrativa de vallenato. Luego abandonó
la docencia e inició su defensa por los derechos de los campesinos; la vida
no daba tregua a la injusticia y su trabajo tampoco. Creía elmente en sus
ideales y se mantenía de lleno en su Partido Comunista Marxista-Leninista.