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Lelia” revela el sino de una pareja que decide reconciliarse tras una ruptura oca-
sionada por la intrusión de un tercero:
al final George todos regresan
vuelven y te querrán
para siempre
pero vuelven
demasiado profanados para convivir.
Así son los versos de Para un cordero blanco, poemario con el que Reina María
Rodríguez obtuvo el Premio Casa de Las Américas en 1984. Pero a la escritora
que había debutado con La gente de mi barrio (Premio 13 de marzo, 1976) y
Cuando una mujer no duerme (Premio Julián del Casal, 1980) no le bastó con
cultivar una estética anclada en su capacidad epifánica. En 1998, tras haber pu-
blicado En la arena de Padua (1992) y una deslumbrante joya en prosa titulada
Travelling (1995), volvería a ganarse el Casa de Las Américas con La foto del
invernadero, un poemario cuyo entramado intertextual se consuma gracias a las
revelaciones ofrecidas por Roland Barthes en La cámara lúcida.
Por haber nacido en Cuba, en 1952, Reina María Rodríguez también es una es-
critora marcada por un lugar y una historia concreta, historia que alcanzó niveles
de verdadero horror tras la disolución del Bloque Soviético. La crisis experimen-
tada en esa isla durante el «Período especial» operó en ella una transformación
semejante a la del personaje de la alegoría de la caverna de Platón. Liberada del
engaño, empezó a escribir Otras cartas a Milena (2003) y Bosque negro (2004),
libros decisivos para advertir la realidad oculta tras la urdimbre de falacias y
mentiras proyectadas por los aparatos ideológicos del Estado cubano. Del poe-
mario que brinda su título a la antología que nos ocupa, me permitiré citar un
texto, in extenso, para que el lector vislumbre aquello de lo que ha sido testigo
esta «hija de la Utopía»:
Comida para gatos o la cantidad hechizada
Los gatos son los más engañados con esta cuestión de la esca-
sez. Les echo pedacitos de carne, pedacitos de pescado, peda-
citos de cualquier cosa. Nunca cosas completas. Ellos suspiran
por lo que vendrá. Me miran, tienen la ilusión de que vendrá des-
pués “la cantidad”, por eso resisten. La cantidad es para ellos el
sueño.
cuadeRnos de liteRatuR a del c aRibe e Hi sPanoaméR ica • i ssn 1794-8 290 • no. 23 • eneRo -Junio 2016 • 219 - 222
Reseña