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ta negro que produjese literatura, no se dejó abatir por las intemperies de la vida
y, a partir de la performance de la palabra, traspasó las barreras que insistían en
invisibilizar al hombre negro. Como arma Florentina Souza (2004), las obras de
Solano Trindade “tejieron, en los espacios disponibles, discursos varios interesa-
dos en demostrar sus potencialidades político-culturales” (p.279).
En este contexto de la literatura, proponemos pensar la expresión losóca de la
religión de la matriz africana, observando cómo los poetas arriba mencionados
aprovechan el conocimiento ancestral para elaborar una poética comprometida
con la palabra que permite la interpretación de un mundo sacralizado sin perder el
matiz que el conocimiento africano obtiene en la comunidad-terreiro. De esta ma-
nera, se entiende que la tradición, además de ser el vector de la cosmovisión afri-
cana, adquiere en las entrelíneas líricas un status de poética de la ancestralidad.
Poéticas del terreiro
El diálogo que trazamos aquí, tiene por objetivo fomentar la reexión sobre la
poesis derivada de las relaciones sociales, sobre todo, de la cuestión del legado
cultural y losóco afrobrasileño. La literatura, en este sentido, se convierte en
posibilidad de convertir en cción la performance del corpus que imprime en
el cuerpo de los sujetos el saber de las religiones de matriz africana. Cuando un
poeta negro echa mano de los elementos de su origen para construir su lirismo,
establece en su escritura “la complejidad de su textualidad oral y oralitura de la
memoria, o sea, los rizomas ágrafos africanos que inseminaron el corpus sim-
bólico europeo y fecundaron las tierras de las Américas” (Martins, 1997, p.25).
La trasplantación del negro africano para las Américas desterritorializó cultu-
ras. Aquí nos referimos a desterritorialización como la idea de apropiarse de
los bienes o espacios para excluir social, económica, política y culturalmente a
otros individuos. En otras palabras, desterritorializar es disolver las distancias, es
decir, “el debilitamiento de los controles fronterizos, es un proceso de exclusión
social, o mejor, de exclusión socioespacial” (Haesbaert, 2007, p.43). Tanto el
cuerpo del africano secuestrado y traído en condición de esclavo como el corpus
de conocimiento se recrean en los nuevos espacios, en una nueva territorialidad.
Aunque estuviesen distantes de su territorio primario, los negros no perdieron el
origen y la herencia ancestral. Al observar este aspecto, siguiendo la línea de los
postulados de Félix Guatarri, se puede decir que desterritorialización, en lo que
respecta a la cultura africana que es traída a Brasil, es la capacidad de “abrirse,
crear líneas de fuga y salir de su curso y destruirse” (Guatarri & Rolnik, 1999,
p.323). La idea de destrucción es vista como el proceso que la cultura africana
hace al reinventarse en Brasil. Las tradiciones de los pueblos yoruba y bantú se
reformularon creando sus territorios de saber. Tales recreaciones son trabajadas
denilson lima santos
cuadeRnos de liteRatuR a del c aRibe e Hi sPanoaméR ica • i ssn 1794-8 290 • no. 23 • eneRo -Junio 2016 • 163 - 180