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las sexualidades disidentes desde, por ejemplo, nes del siglo XIX en Europa o
emergencias en diferentes espacios geo-políticos en obras y autores anteriores al
surgimiento de lo queer como teoría; basta con señalar, por ejemplo, los nombres
de Néstor Perlongher o Guy Hocquenghem. En el contexto de los años ochenta,
con las crisis del feminismo, del movimiento gay-lésbico, y, sobre todo, del VIH-
Sida, la fuerza de los movimientos queer se incrementó y los mismos se posicio-
naron como grupos de disidencia y rebelión sexual contra las normas sociales,
tanto de la heteronormatividad como de la norma gay-lésbica conservadora. Bajo
la inuencia de este movimiento comienzan a emerger en la academia nortea-
mericana una serie de trabajos de diferentes intelectuales que teorizan sobre las
sexualidades disidentes y el género, pero ya no desde el posicionamiento de los
estudios gay-lésbicos, sino desde un lugar mucho más crítico y problematizador
del sujeto y la sexualidad. Se puede marcar el inicio “canónico” de la teoría
queer con la publicación en 1990 de Gender Trouble. Feminism and the Subver-
sion of Identity de Judith Butler y Epistemology of the Closet de Eve Kososfky
Sedgwick
2
, aunque también se podría marcar como texto inicial a Between Men.
English Literature and Male Homosocial Desire (1985). “La prieta” de Anzaldúa
antecede a todos los textos nombrados.
Uno de los problemas de la teoría queer consiste en su presentación como teoría.
Es discutible su carácter como tal, pero pienso que no hay que considerarla como
una teoría sino como un conjunto de teorizaciones asistemáticas, superpuestas a
otras teorizaciones sobre la sexualidad y el género, e incluso polémicas y contra-
dictorias entre sí, algo similar a lo que nos indica Sáez (2004, p.127): “[…] lo que
llamamos teoría queer no es un corpus organizado de enunciados, ni tiene ningu-
na pretensión de cienticidad, ni posee un autor único, ni aspira a dar cuenta de
un objeto claramente denido, es decir, no es propiamente una teoría”.
Lo queer es interesante como una suerte de no-teoría, una contra-teoría, una teo-
ría que no funciona como tal, sino que es un conjunto de teorizaciones que con-
frontan contra las teorías establecidas y “normales” o normalizadas. Si lo queer
se vuelve teoría institucional y ja, según algunos teóricos, pierde su carácter de
subversión y disidencia
3
. Respecto a la categoría queer, Anzaldúa se pronunció
2 Para Tamsin Spargo, Gender Trouble. Feminism and the Subversion of Identity (1990) es el libro de mayor
inuencia en la teoría queer. Según esta autora: “Butler desarrolla explícitamente la obra de Foucault relacio-
nándola con las teorías feministas del género con el propósito de exponer y explorar los modelos naturalizados
y normativos del género y la sexualidad” (Spargo, 2004, p.67).
3 Como indica Spargo (2004, p.81) “Si lo queer se vuelve normal, respetable, si se convierte meramente en otra
opción más, deja de ser queer”.
FaCundo nazareno saxe
Cuadernos de Literatur a deL C aribe e Hi spanoamér iCa • i ssn 1794-8 290 • no. 22 • JuLio -diCiem bre 201 5 • 37 - 5 1