Ficción autobiográfica:
Autobiographical Fiction:
Parler-trans
Parler-trans
TakCombative*
Universidad Nacional de Colombia
DOI: http://dx.doi.org/10.15648/cl.22.2015.2
Recibido: 5 de marzo de 2015 * Aprobado: 17 de abril de 2015
Cuadernos de Literatur a deL C aribe e Hi spanoamér iCa • i ssn 1794-8 290 • no. 22 • JuLio -diCiem bre 201 5 • 17 - 3 5
* TakCombative(DianaCatalinaHernández)es ProfesionalenEstudiosLiterariosde laPonticaUniversidad
Javeriana, Filósofx de la Universidad Nacional de Colombia y Magíster en Escritura Creativa de la Universidad
NacionaldeColombia.Susáreas deinteréssonlas identidadesdegénero,lacción autobiográcayelper-
formance. Entre sus últimas publicaciones está la co-traducción (junto e Jeffrey Cedeño y Renata Pontes) del
texto de Marilena Chaiu “Declaración en el acto de creación de la Comisión de la Verdad en la Universidad de
Sao Paulo”, en Cuadernos de Literatura, 18(36), 2014, pp.135-140, y el artículo “Procesos y culturas de paz”
en Revista de Estudos Universitários, REU, 39(1),2013(junio),pp.221-227.Estetextoeseltrabajonalpara
elcursode maestría“Relatosautobiográcos eidentidades”dictado porlaprofesora ÁngelaInésRobledo.
Correo electrónico: dchernandezq@gmail.com
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Resumen
En este escrito se pretende dar sentido al
término “escritura autobiográfica trans” o
parler-trans” y su estudio. Para esto, se
considera la historia de la narración au-
tobiográfica, empezando por la escritura
tradicional masculina y pasando luego
por la transgresión de la escritura feme-
nina. Frente a dicha revisión, se sostiene
que la escritura masculina y femenina
no son las únicas dos opciones posibles
dentro de la ficción autobiográfica y se
presenta luego lo que será denominado
parler-trans. Las preguntas principales
que guían esta indagación son: ¿Qué
significa la existencia del parler-trans?
¿Qué rasgos distintivos podría tener?
¿Cuáles son sus similitudes con la es-
critura masculina y femenina?
Palabras clave
Autobiografía, Escritura, Trans, Identi-
dad, Género, Sexo.
Abstract
This document tries to characterize the
term “trans autobiographical writing”
or “parler-trans” and its study. In order
to do this, autobiographical narration
is taken into account from the mascu-
line traditional writing going through the
transgression of feminine writing. Then, I
defend that masculine and feminine writ-
ings are not the only possible options in
autobiographical fiction. Later, I present
what will be referred as parler-trans. The
principal questions that lead this investi-
gation are: What does it mean the exis-
tence of the parler-trans? What distinc-
tive features could it have? Which are its
similarities with masculine and feminine
writing?
Keywords
Autobiography, Writing, Trans, Identity,
Gender, Sex.
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Laescrituraautobiográcaen primerapersonatraduce
la necesidad de expresar la interioridad, la vivencia sub-
jetiva,dedescubrirse,rearmarseensuposiciónanteel
mundo y ordenar la propia vida a través de la escritura.
(Ballesteros, 1995, p.371)
Introducción
Sielaboráramosuna historiasobre laescritura autobiográca,comenzaríamos
por hablar de la autobiografía masculina que empezó quizás con san Agustín y
que tuvo su auge en la modernidad (Cáseda, 2012). Luego, se consideraría la
rupturaytransgresión dela mujeral irrumpiren elocio denarrar supropia
vida. Para esta última indagación se podrían tener en cuenta escritos como los
de Virginia Woolf o Alejandra Pizarnik, así como algunos menos canónicos del
estilo de Carolina María de Jesús, Vera Grabe o Gloria Anzaldúa. Dentro de este
estudio, se formularían preguntas como: ¿Cuál es la función de la autobiografía
para el caso del hombre y para el caso de la mujer? ¿Cuál es la intención del autor
o de la autora? ¿Cuáles son las características formales y de contenido en ambos
casos? ¿Cómo exploran los escritores y las escritoras la pregunta de “quién soy
yo”? ¿Tiene sentido hablar de “escritura femenina”?
Frente a este recorrido histórico ya elaborado por diferentes autores –desde Geor-
ges Gusdorf (1991) hasta Sidonie Smith (1994)–, expongo dos asuntos proble-
máticos. En primer lugar, nunca ha sido claro si, cuando hablamos de “escritura
masculina” y “femenina”, estamos hablando del sexo de autor (gónadas internas
y externas y cromosomas que hacen a los humanos machos o hembras) o el
género del autor (identidad de mujer u hombre independiente de la constitución
biológica). De hecho, se presupone que las mujeres que escriben sus autobiogra-
fías tienen cuerpo de hembras y los hombres tienen cuerpo de machos, es decir,
que el sexo y el género del autor o autora corresponde según el sistema sexo/
género tradicional. En segundo lugar, el esquema de pensamiento en el que se
fundamentaelrecorridohistóricodelaescrituraautobiográcahechohastaaho-
ra obedece a una lógica binaria en la cual existen únicamente dos identidades
de género posibles: hombre o mujer; y, por ende, solo escritura masculina o es-
critura femenina. No hay puntos intermedios en este esquema. Con todo, hoy en
día reconocemos la existencia de personas cuya identidad de género es diferente
a la que les fue asignada según el sexo al nacer. Reconocemos la existencia de
mujeres transgénero (de sexo masculino con una identidad femenina), hombres
transgénero (de sexo femenino con una identidad masculina) e incluso personas
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que no se consideran como hombres ni como mujeres. ¿Cómo este hecho podría
repercutirenlosestudiossobrelaescrituraautobiográca?
Los estudios feministas han abierto un campo de estudio sobre las particulari-
dades de la escritura de mujeres que cuentan su propia vida. Esto tiene sentido
al observar que el contexto de opresión heteropatriarcal produce una serie de
características en este tipo de escritura femenina que la diferencian de la escri-
turaautobiográcadehombresy que,porrazonesinvestigativas ypolíticas,es
relevante analizar y hacer visible. Por esa misma vía, tiene sentido hablar de
lanarraciónautobiográcade personastransydar unespacioparaeste campo
de estudio, ya que el binarismo de género y el heteropatriarcado han implicado
una serie de situaciones particulares en su vida. Entonces, la hipótesis sería que
efectivamente es posible encontrar ciertas características comunes en dichas au-
tobiografías que las diferencian de los otros textos.
En todo caso, incluso si la hipótesis no fuese cierta y las autobiografías de perso-
nas trans se pudieran asimilar a las que ya han sido estudiadas por investigadores
y feministas, vale la pena llevar a cabo el estudio y divulgación de estos textos,
porque hasta ahora son invisibles. No hay todavía un corpus de dichas autobio-
grafías; su recopilación, divulgación y estudio está todavía por hacerse.
1
Además,dentrodelcampo mismodelas identidadesalternativashayotra di-
cultad, ya que se han visibilizado mucho más en la cultura las mujeres trans que
los hombres trans,
2
lo cual sucede también en el campo de la narración autobio-
gráca.Porejemplo,enColombia,mipaísdeorigen,tenemosunacompilación
dehistoriasdevidademujerestransnanciadaporlaAlcaldíadeBogotáyade-
lantada por las feministas de la Escuela de Estudios de Género de la Universidad
Nacional
3
, pero no tenemos nada parecido para el caso de los hombres trans.
Esta situación de inexistencia e invisibilidad lleva a recordar que la primera gran
diferencia entre una persona trans y otra que no se considera a sí misma de esa
forma radica en que para las primeras la identidad es algo que se debe posicionar
y repetir constantemente. La gente inspecciona el cuerpo trans y su apariencia
1 Las razones por las cuales no existe este corpus tienen que ver en gran medida con que a las personas trans les
son vulnerados sus derechos, quedando al margen del sistema educativo y, por lo tanto, al margen de la escritura.
Sobre esto, revisar la página a propósito de los derechos humanos de las personas trans en Colombia (Hernán-
dez, 2013).
2 Sobre el porqué de esta situación, ver Rojas Tello, Vargas, y Hernández (2013, junio).
3 Ver Prada, Herrera, Lozano y Ortiz (2012).
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(el pecho o los senos, la voz, la forma de vestir) y decide cuál es la identidad
de género correspondiente sin que nada de lo que esta persona diga (como, por
ejemplo,el pronombreque usa paranombrarse) puedamodicar ladecisión.
Nuestra lectura de la realidad, incluyendo la lectura del cuerpo e identidad de los
otros, se alimenta de estereotipos. Como dice Wittig (2006, p.34):
Lo que creemos que es una percepción directa y física no es
más que una construcción sofisticada y mítica, una formación
imaginaria que reinterpreta rasgos físicos (en sí mismos tan neu-
trales como cualquier otro, pero marcados por el sistema social)
por medio de la red de relaciones con que se los percibe.
Entonces, es muy probable que uno de los temas recurrentes en la escritura au-
tobiográcatranssea lareivindicación deuna identidaddegénero escogiday
el rechazo de una identidad impuesta por la inspección médica en el momento
del nacimiento y remarcada por la sociedad. Así, cabría esperar que, al narrar su
vida,elsujetotransbusquepistasdesupasadoqueleconrmensuidentidadde
géneroactual.Pistascomoestasonlasquemeinteresaexplorarconelndedar
inicioalreconocimientoyestudiosobreestasccionesautobiográcas.
Con esto presente, anuncio el objetivo y el esquema del presente texto. A través
de un paso por la autobiografía masculina y femenina, me propongo abrir un
campoenelpensamientoparahacerleespacioalaescrituraautobiográcatrans.
Luego de analizar las implicaciones de esta escritura, como primer acercamien-
to a estos estudios, teniendo en cuenta la precariedad del material disponible,
reexionarésobrealgunasparticularidadesde laescrituraautobiográcade los
hombres trans en Bogotá. Para esto último, me basaré en las memorias casi en
su totalidad inéditas de un taller de escritura en el que participé y que permite
explorar eso que ni siquiera existe todavía en la ciudad letrada.
Orígenes de la autobiografía: El hombre occidental
¿Es la pluma un pene metafórico?
(Gilbert y Gubar, 1984, p.18)
De acuerdo con Gusdorf (1991, p.9), la autobiografía es “un fenómeno tardío
en la cultura occidental que tiene lugar en el momento en que la aportación cris-
tiana se injerta en las tradiciones clásicas”. Desde luego, comienza con relatos
de vida de hombres occidentales (no de mujeres occidentales) con la intención
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deestableceruna“inmortalidadliterariaypedagógicaparalaedicación delos
siglos futuros” (Gusdorf, 1991, p.10). A diferencia de las memorias, encargadas
del “relato de la vida social, de la participación de un hombre en cargos públicos”
(Rodríguez, 2000, p.11), la autobiografía relata la dimensión privada del autor,
resaltando su individualidad. Por ello, el auge de la autobiografía masculina se
dará en la modernidad, pues “el relato de la propia vida no tiene cabida más que
en la mentalidad individualista propiciada por la burguesía” (Rodríguez, 2000,
p.11).
El hombre que escribe la historia de su vida trata de crear, con elementos re-
tóricos muy efectivos, un todo coherente con la imagen que quiere autorrepre-
sentar, dándole sentido a su pasado y al lugar en el que se sitúa en el presente
desde donde cuenta. Así, selecciona y ordena los episodios con dicho principio
organizativodelsentidoylaautoimagen. Porestarazónhablamosde “cción”
autobiográca,resaltandoelhechodequeellectorseencuentrafrenteaunrelato
parcialyunainterpretaciónespecícadeloshechos.Deestaforma,elautor,que
es así mismo el objeto de su propia escritura, busca “aclarar los malentendidos,
para restablecer una verdad incompleta o deformada” de su vida, realizando una
“obradejusticaciónpersonal”(Gusdorf,1991,pp.12-13).Enestecaso,elautor
quiere erigirse como un héroe y, según ello, cuenta los hechos de su pasado.
Unavezlaguradelhéroequedó obsoleta,laautobiografíamasculinaabriósu
campodesignicacionesalaconstrucciónnoyadeaventurerossalvandomuje-
res o ciudades, sino de hombres exitosos en su vida social o intelectual, líderes o
escritores,gurastodasmásacordesconelespíritumoderno.Desdeluego,esto
nosignicaque laautobiografía carezcade contradicciones.En estecaso,las
contradicciones resultan de la conjunción entre una intención confesional y pre-
tensión de honestidad e individualidad (originalidad), y la necesidad de construir
una imagen totalizante y coherente del héroe. Se trata entonces de una pugna, que
veremosserepetiráenlos otrostextosautobiográcos,entreelestereotipo yla
identidad personal.
Autobiografía “femenina”
[U]n texto femenino no puede dejar de ser subversivo.
(Ballesteros, 1995, p.361)
Características de la “escritura femenina”
Si esta es la génesis y las características de la autobiografía “masculina”, una his-
toria muy diferente es la que cuentan las teóricas de la autobiografía “femenina”.
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De acuerdo con Stanford (1991, p.158): “A pesar de que Gusdorf, Olney, Mehl-
man y otros críticos han contribuido mucho a aumentar nuestra comprensión de
la autobiografía, sus modelos individualistas del yo han dejado en la sombra la
presenciayelsignicadodelaautobiografíafemeninaenlatradiciónliteraria”.
Veamos las circunstancias y características que distinguen a la autobiografía es-
critapormujeres.Enprimerlugar,ladicultad–nosoloparaelreconocimiento
de la escritura de autobiografías por parte de mujeres, sino para su producción
misma– es el hecho de que escribir, como pensar, hablar en público y leer, fueron
consideradas, en un principio, actividades reservadas para el hombre. La escri-
tura no era “apropiada” para las mujeres, pues se creía que “solo existen para
que actúen sobre ellas los hombres, tanto como objetos literarios cuanto como
objetos sensuales” (Gilbert y Gubar, 1984, p.23). De acuerdo con esta forma de
pensamiento, el hombre es quien tiene el poder de crear, así como Dios creó a
Eva y ella salió de Adán. Por eso, “las raíces de la ‘autoridad’ nos dicen que si la
mujer es propiedad del hombre, este ha de haberla escrito, del mismo modo que
nos dicen que si la ha escrito, tiene que ser de su propiedad” (Gilbert y Gubar,
1984, p.28).
En segundo lugar, aquel presupuesto de la individualidad para la escritura de
autobiografías no se cumple para el caso de la mujer. Su identidad ha sido cons-
truida por el hombre y, en ese sentido, no le pertenece enteramente a ella, ella se
supone que no es del todo un sujeto autónomo e individual. Además, la “identi-
cación,interdependenciay comunidad[…]sonelementos claveenla consti-
tución de la identidad femenina” (Stanford, 1991, p.159). Esto último por varias
razones,incluyendoelhechodequelascondicionesdeopresiónquesemanies-
tan en una política de los espacios solían recluir a las mujeres en el interior de la
casa, juntas. Igualmente, la expresión de los sentimientos que el patriarcado ha
permitido a la mujer hace que la comunicación con otras y el soporte emocional
entre ellas sean indispensables en la narración de sus vidas.
Ahorabien,enlos relatosautobiográcosdemujeres, larelaciónproblemática
con el “ser mujer” de la sociedad produce una escritura que busca una identidad
a través de la transformación del estereotipo y del lenguaje en el que este habita.
Tal intento, por supuesto, también genera tensiones y contradicciones, dado que
la mujer construye, al relatar su vida, una identidad liminal entre la representa-
ción cultural, su colectividad (madres, abuelas, hijas, hermanas, por ejemplo) y
su propia singularidad. Se trata, en realidad, de muchos yoes que se entrecruzan
o se alejan en una red de lenguaje fragmentado.
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Una vez más, la identidad aislada e individual de la autobiografía “masculina” se
deshace ante la pluma de la mujer. Ella no es un yo sino muchos yoes, producto
desusmuchosroles,delosrelatosinventadossobreellaydelaccionalización
de su propia vida. Así lo enuncia Mary Jacobus a propósito de Una habitación
propia de V. Woolf:
A medida que los hechos concretos se disuelven en el flujo de la
literatura, el “yo” autorial se vuelve “solo un término conveniente
para alguien que no tiene un ser real”, muchos yoes […], una
pluralidad que contrasta con el ‘yo’ unificado que cae como una
sombra fálica dominante sobre la página masculina […]”. (Jaco-
bus, 1999, pp.239-40)
Así las cosas, la escritura femenina “se presenta como un símbolo de subversión,
como un sistema sexual más amplio que cuestiona los conceptos y estructuras
del discurso masculino” (Ballesteros, 1995, p.358)
4
. Ballesteros (1995, p.373),
en su texto “La creación del espacio femenino en la escritura. La tendencia au-
tobiográcaenlanovela”, describebastantebien otrasdosdiferenciasentre la
autobiografía “masculina” y la “femenina”:
[L]a escritura autobiográfica femenina difiere de la masculina en
dos aspectos fundamentales. Estelle Jelinek atribuye a las auto-
biografías escritas por hombres el énfasis en la vida profesional,
el éxito intelectual o social del narrador […] mientras que la au-
tobiografía de mujeres se concentra en los detalles domésticos
e íntimos de su vida personal. También señala que el hombre
tiende a idealizar su vida o colocarla dentro de moldes heroicos
[…]. Por el contrario, la vida escrita por una mujer está dirigida
al autoconocimiento o a la autojustificación. Desde el punto de
vista de la estructura, se identifica el orden lineal y la narración
organizada de los hechos en los textos de hombre, mientras que
la fragmentación y la irregularidad caracterizan los de mujer.
(cursivas mías)
4 En este punto surge la pregunta de si acaso el lenguaje es, de manera irremediable, masculino y patriarcal, o si
acaso puede ser transgredido y reinventado en este caso por las mujeres. Frente a esta disyuntiva, Jacobus (1999,
p.231) ofrece una respuesta contundente: “Aunque necesariamente actuando dentro del discurso “masculino”,
laescrituradelasmujeres[…] trabajaríaincesantementeparadeconstruirlo:paraescribirlo quenosepuede
escribir”.
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Resumiendo, una primera diferencia está en lo que se cuenta, en el contenido
como tal: para el caso del hombre, asuntos relacionados con la vida pública y,
para el caso de la mujer, detalles íntimos y domésticos de su vida. La otra dife-
rencia está en cómo se cuenta, en la forma: para el caso del hombre, la escritura
lineal y, para el caso de la mujer, la fragmentación.
¿Escritura “femenina”?
En la cita anterior subrayé la expresión de la autora “textos de hombre” y “los de
mujer”. Adicionalmente, quiero señalar que durante todo el texto he introducido
entre comillas los términos “masculino” y “femenino”. Esto con la intención
de retomar la pregunta hecha en la Introducción sobre si con “escritura femeni-
na”nosreferimosa narracionesautobiográcasescritaspor mujeres(¿mujeres
de sexo femenino o personas con identidad de género femenina?) o narraciones
quetienenlascaracterísticastransgresorasquesehanidenticadoenelapartado
anterior como “escritura femenina”. ¿Pueden hombres escribir autobiografías fe-
meninas?¿Haymujeresqueescribenautobiografíasmasculinas?¿Quésignica
“hombre” y “mujer” en este contexto?
Autores como Barthes y Derrida hablaron del “devenir mujer” como un acto po-
lítico de resistencia altamente deseable. Allí, el concepto de mujer se equipara a
lo “otro”, a todos aquellos que han estado excluidos y subyugados. Entonces, ¿un
autor produce “escritura femenina” al devenir mujer? Isolina Ballesteros (1995,
p.364)nos daluces sobre esteasunto; ellaarma que “laescritura femenina
representaunestilo,nounarma.Muchas mujeresqueescribenconservanuna
escrituramasculinay,delamismaforma,elhechodequeunaobraestérmada
por un hombre no la excluye automáticamente de la feminidad”.
Así las cosas, tal vez lo más sensato sea hablar de la escritura femenina y mas-
culina como aquellas que tienen estas características dispares de las cuales se
ha estado hablando, independientemente de si la persona que narra su vida es
mujer u hombre o incluso si su corporalidad es de sexo femenino o masculino.
Conesto,llegamosalaideamásespecícadeque:“Leery,porlamismarazón,
escribir como una mujer es desempeñar un papel, es hacer un compromiso, es
una construcción ideológica que cuestiona el falogocentrismo. Es crear un sis-
tema textual más amplio que subvierte los conceptos y estructuras del discurso
masculino tradicional” (Ballesteros, 1995, p.365).
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El “hablar-mujer” (parler-femme)reeja unmodo de
pensamiento y de palabra diferentes, otro tipo de argu-
mentación que no obedece a los imperativos de la lógica
aristotélica. (Ballesteros, 1995, p.362)
Abrir un campo en el pensamiento
Como se vio en el apartado anterior, se habla de hombres que escriben en femeni-
no, deponiendo su poder en el patriarcado; de mujeres que escriben en masculino,
reforzando la desigualdad de los géneros; así como de hombres que escriben en
masculino (lo más común); y mujeres que, transgrediendo, escriben en femenino.
La idea es muy reveladora, en la medida en que desliga la escritura femenina y
masculina del sexo y, tal vez, del género.
Sin embargo, pareciese que el escribir-mujer y el escribir-hombre fueran las úni-
casopcionesdisponiblessegúnlahistoriografíadelacciónautobiográcaylos
análisis literarios. Esta consideración, evidentemente binarista, invisibiliza otras
opciones, como por ejemplo las autobiografías que escriben las personas trans.
Entonces, no es tan cierto que simplemente haya escritura femenina y masculina
sin importar el género o el cuerpo de quien escribe. ¿Los cuerpos trans se cuelan
en la escritura con una serie de urgencias y asuntos recurrentes, con unas funcio-
nes particulares del texto y unas formas?
En realidad, la pregunta termina siendo si acaso alguien que nació con genitales
masculinos y construyó una identidad de mujer bastante hegemónica queda per-
fectamente comprendida en la categoría de mujeres que escriben en masculino,
o si una persona que nació con genitales femeninos y se construye como un
hombre con una masculinidad transgresora queda en el cajón de los hombres que
escriben en femenino. Mi hipótesis es que las categorías de escritura femenina
y masculina no agotan las posibilidades. Sobre todo porque si asimilamos la
escritura de autobiografías trans a las ya existentes, estaríamos invisibilizando
y ejerciendo violencia epistémica sobre identidades que históricamente han lu-
chado por ser vistas. Entonces, tiene sentido hablar también de una escritura au-
tobiográcatrans,unparler-trans, que no necesariamente debe estar escrita por
sujetos trans, pero al menos sí debe ser el resultado de muchos de ellos.
En todo caso, el simple hecho de que reconozcamos que existen estos sujetos con
identidades de género alternativas y que algunos de ellos han escrito la historia
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de sus vidas implica que hay autobiografías trans y que, independientemente de
si constituyen o no un parler-trans con característicasespeciales odenidas,
conforman un lugar de estudio. Así las cosas, ¿qué implica la simple existencia
deestaescrituraautobiográca?
En primer lugar, se apunta al hecho de que la existencia de las personas trans
no se dio por sentada como en el caso de la mujer y el hombre. Es decir, cuan-
do un hombre o una mujer escriben su vida, el lector no se extraña porque hay
mujeres u hombres. Se puede sorprender o puede poner en duda las hazañas o
los infortunios del personaje, pero nunca se detiene a cuestionarse: ¿existen las
mujeres? Esto no sucede en el caso de los sujetos con una identidad de género
alternativa. Aunque en la actualidad este tipo de identidades se ha visibilizado y
popularizado a través de los medios de comunicación, el activismo y la cultura,
todavía muchos se sorprenden al enterarse de que hay personas que en algún
momento sintieron que su género no era el que les habían asignado y, por eso,
en el transcurso de sus vidas, transformaron su cuerpo, su apariencia, etc. para
sentirse más plenos.
Entonces, se puede decir que la escritura de una persona trans alrededor de la
historia de su propia vida es un acto creador de ser en un sistema binario de
sexo, género, escritura y pensamiento. Al relatar su vida, está concibiéndose, está
creando su propia génesis en el orden del discurso. Así, antes de empezar a hablar
de lo que no tiene y del sistema desigual en el que vive, de sus capacidades, sus
logros y sus potencias, debe empezar por hablar desde lo no existente, haciendo
aparecer su realidad en un mundo que no le reconoce, que no lo ve, y, por ende,
no lo escucha y mucho menos lo lee.
Otra forma de ver este asunto es la siguiente. Si el discurso de lo cotidiano es un
insignicante,loquehacea laescrituradelamujer subversiva(Arriaga,1994,
p.25), el discurso sobre la decisión del género es un imposible, porque el género
nunca se cuestiona, lo que hace a la escritura trans una fractura en la jerarquía
discursiva. Si se pregunta a las personas cuándo decidieron ser mujeres u hom-
bres, esa pregunta no tiene ningún sentido para ellos. Así, el sujeto con una iden-
tidad de género alternativa está escribiendo sobre lo que en principio nunca debió
darse. Entonces, si la “subversión de la convención patriarcal comienza con la
articulación de la voz femenina en primera persona” (Ballesteros, 1995, p.359),
la subversión del sistema sexo/género comienza cuando la persona trans narra en
voz propia la historia de su tránsito o paso entre los géneros.
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Como vimos, la “expectativa cultural” dicta que los autobiógrafos son un hom-
bre con sexo masculino o una mujer con sexo femenino y no un hombre sin
pene,unamujercon peneounsujeto quenoseidentica conningunadeesas
identidades. Incluso dentro de la transformación de los personajes que se supone
en el recuento de una vida (aprender una lección, madurar, salir de la pobreza,
encontrar el verdadero amor, etc.), nunca se espera que dicho cambio se dé en
el orden del género. Es por eso que la escritura trans está agrietando no solo el
sistema sexo/género, sino también el discurso de la autobiografía masculina y
femenina. En ese sentido, podríamos decir que este tipo de autobiografías sigue
la línea de la escritura considerada como “writing beyond the ending”, escritura
más allá de la frontera, en la medida en que también procura “inventar estrategias
transgresorasquesubviertanlasestructurasconvencionales delacciónacerca
del papel de la mujer [y del hombre] y se aparten de las narrativas dominantes”
(Ballesteros, 1995, p.370).
El solo hecho de que un autor, por ejemplo, comience a enunciarse en masculino
cuando,habiendocreadoun pactoautobiográcoefectivo, hamencionadoque
era “mujer” es ya una transgresión. Como dice Smith (1994, p.131): “La ideolo-
gíadelgénerohareicadonocionesesencialistasde laidentidad“masculina”y
“femenina” para grabar en piedra la diferencia de los sexos”. Por ello, la narra-
ción de un sujeto con identidad de género alternativa es totalmente escandalosa.
Sin embargo, este nivel de transgresión, como sucede en el caso de la escritura
femenina, no implica que las personas trans que relatan sus historias de vida
tengan masculinidades o feminidades no hegemónicas o necesariamente subver-
sivas.
En el caso de la autobiografía femenina, Stanford (1991, p.159) menciona que:
“una mujer no puede autoconcebirse como una entidad por completo separada
porqueestásiempreconsciente decómoestá siendodenidaen cuanto mujer,
esdecir,encuantomiembrodeungrupo cuyaidentidadhasidodenidapor la
cultura masculina dominante”. Algo similar sucede en este caso, pues el sujeto
acudealosestereotiposdemasculinidadyfeminidad desuculturaparareejar
el espejo/representación que le parece adecuado para sí, no pudiendo tampoco
concebir su identidad completamente aparte de estos modelos. Lo anterior indica
simplemente que la identidad de género es un complejo donde se interceptan
aspectos subjetivos así como sociales y políticos, entre otros.
El caso de los hombres trans
Los hombres sin pluma
El caso particular de la escrituraautobiográcadehombrestranses interesante
por varias razones. Primero, porque hablamos de una población doblemente in-
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visibilizada y excluida. Invisible en el orden del sistema binario de sexo/género,
einvisibleenelámbitomismode lasidentidadesalternativas.Alnal,suexis-
tencia, así como su escritura, parece más un mito que una realidad. Además, el
hombre trans se ubica en un lugar liminal del patriarcado. Por un lado, se supone
que detenta ciertos poderes en tanto hombre, pero carece de pene, representación
simbólica de la masculinidad.
Así, la incursión de este hombre en el “orden del falo” de la escritura es igual-
mente retadora que la de la mujer, pues él tampoco tiene pluma/pene con qué
escribir. Si la escritura está completamente reservada al poder masculino enten-
dido como genitalidad (sexo), el hombre trans tampoco tiene derecho a ella. En el
lugar de la escritura (no en otros sentidos), este hombre no posee necesariamente
los poderes del patriarcado, porque el sistema mismo se empeña en negar su
identidad masculina, de manera que recae en él no solo la desigualdad existente
entre los dos “sexos”, sino el castigo de querer ser un no-mujer, un sujeto que de
alguna manera es forzado a tener una identidad femenina y que no le es dado un
“o” o un “él” en su representación.
Así, una pregunta de estudio que valdría la pena analizar es cómo, en las autobio-
grafías de los hombres trans, el autor se relaciona con lo femenino. En un primer
momento, y por lo que sucede en la cotidianidad cuando se comparte con dichos
hombres en una ciudad como Bogotá, se puede decir que muchos de ellos, al ha-
cer su tránsito hacia lo masculino, se apegan a los modelos dominantes de mas-
culinidadconelndenofracasarenelintentodequesuidentidaddegénerosea
reconocida socialmente. En este caso, entrarían en pugna con todo lo que pueda
ser “femenino” en ellos, incluyendo su pasado, su niñez, su nombre de pila y su
cuerpo. Con todo, hay muchos hombres trans que construyen masculinidades
alternativas, abrazando algo de la feminidad en un gesto que resulta subversivo
para el hetero-patriarcado.
Talleres de escritura autobiográca
Hasta aquí he tratado de mostrar que la escritura trans, para el caso de los relatos
autobiográcos,secaracterizapor elintentodemanifestarla existenciadeuna
identidad silenciada. He mencionado como leitmotivenestaescrituralaarma-
ción de la identidad de género que la persona ha escogido para sí a través de la
selección estratégica de sus memorias. He querido exponer lo transgresor de esas
historiasyloquesignicaparaelsistemasexo/género,el“ordendelofálico”y
el discurso binario de la autobiografía.
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Paranalizar,quisieraconsiderardoscaracterísticasdeunparler-trans especí-
ca: la cción hiperbólica de la vida como herramienta política y la función tera-
péutica de la escritura. Estas características son examinadas a partir del material
recopilado en los talleres de escritura creativa llevados a cabo en el año 2012 por
el colectivo denominado Entre-tránsitos
5
localizado en Bogotá, Colombia. En
estos talleres, en los cuales participé como escritorx y como observadorx, tuve la
oportunidad de conocer una diversidad de voces que iban desde hombres transe-
xuales hasta zonas más grises.
Esta parte del artículo consiste entonces en un pequeño apartado que se presenta
como el abrebocas de una investigación que se encuentra actualmente en curso
sobre la recopilación y análisis de autobiografías trans.
En primer lugar, el sujeto con identidad de género alternativa reconoce que su
decisión de transitar en el género lo hace un caso singular para sus lectores,
por eso considera que de alguna manera su historia merece ser contada. Así, se
establece como una autoridad en el sentido de Arriaga (1994, pp.61-77): “El au-
tobiógrafonopuedeomitirsugenealogía, sualiación,suexcepcionalidad,los
acontecimientos en los que ha participado y lo han hecho famoso. Es decir, tiene
queescribirparajusticarcómoha llegadoaconvertirseenun modelo,enuna
autoridad”; sin embargo, comparte con la estructura femenina, “la retórica de la
incertidumbre de quienes saben que no están autorizadas a hablar, de quienes
tienen conciencia de estar invadiendo un terreno prohibido”.
Durante los talleres de escritura creativa que se denominó “La Panadería” (cada
miembro tenía su identidad de panadería con nombres de la pastelería local como
galleta tres ojos, roscón, palito de queso, etc.), sucedió que, más allá de apegar-
nosa contarnuestras vidasen clave realista,estábamos ccionalizandotodo,
nuestras vivencias, nuestras aventuras, nuestros cuerpos, todo de forma hiperbó-
lica hasta incluso representarnos en algunas ocasiones como super héroes. Para
nosotros,estaccionalizaciónerauninstrumentopolíticoderesistencia,unafor-
ma de mantener la esperanza frente a un mundo demasiado hostil para alguien
que toma una decisión controversial sobre su identidad de género o sobre su vida
en general.
Como dice Cixous: “Si hay un espacio por donde se puede escapar la repetición
infernal, es por ahí, por donde se escribe, por donde se sueña, por donde se inven-
5 Ver Colectivo Entre-tránsitos (s.f.).
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tan mundos nuevos” (en Ballesteros, 1995, p.359). Por eso, en medio de nuestro
laboratorio de escritura, nacieron textos como el de “Mais transgénico”:
Habrá muchas formas de contar esta historia Amores, desAmo-
res, búsquedas, encuentros, pérdidas, Yo soy, no soy, Yo quie-
ro, yo tengo, yo puedo, Ser Mujer, ser hombre, ser los dos, ser
ninguno. ¿Se puede ser ninguno a pesar de cómo los otros te
ven? A veces se puede. No siempre es tan fácil, Simplemente
ser Humanamente humanos, Amantes del amor libre, Seres que
son Siendo lo que sienten ser, nuestra Fortaleza es sabernos
distintos, Saber que hay muchxs Otrxs caminando este camino,
con el que revolucionamos el ser y estar en el mundo, existir
fragmentando las cuadrículas del binario, creando un lugar en el
que amarme, amarte, amarnos, nos haga Super héroes, super
humanos, Seres Desgenerizados, Que vivimos erotizando diver-
sas rebeldías.
6
En La Panadería hablamos de nuestros cuerpos, de nuestros deseos, de nuestros
tránsitos inventando a veces incluso un lenguaje que no existe, porque no hay
forma de nombrar la identidad que transita, que no ha llegado a ningún lugar, que
no es ella o él, a u o, sino una x, una e, una @. Por eso, estamos en total sintonía
con lo que Cixous considera a propósito de la escritura femenina: “la mujer tiene
que escribir su cuerpo, su sexualidad, inventando para ello un lenguaje que está
más allá de ordenanzas y códigos, que salte barreras culturales, clases sociales,
y retóricas intelectuales” (en Ballesteros, 1995, p.175): “El yo-mujer escribe su
cuerpo, sin inhibiciones, y al hacerlo, se aleja del discurso masculino que mide,
controla,sedeende,se alejaprudentementedelplacer”(en Ballesteros,1995,
p.361). Eso mismo sucede con el parler-trans que, rebelde, se niega a mantener
bajo control su placer, su cuerpo y su deseo de ser otro. Imaginar como parte de
la vida real experiencias que el sistema transfóbico no hace posibles, es la forma
poética de una agenda programática de derechos. Como dice “Galleta tres ojos”:
Ya estamos hartos de la modernidad, de la razón, de lo no con-
tradictorio, de Occidente. Hay un cambio. Pero el dogma oriental
(¿dogma oriental?) vuelve a lo mismo. Otra violencia al revés: es
el iluminado que viene a enseñarme, a decirme “este mundo es
6 Los fragmentos citados a continuación son consultable en http://www.entretransitos.org/documentos
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una ilusión, no somos cuerpos, yo soy tú”. Voto por la esquizofre-
nia, la subversión de todas las ideas y de todas las proposicio-
nes, voto por la ficción, por el Japón que es una nave espacial.
Voto por la creación, la confusión, el desorden. Estoy harta de
la afirmación (el “no” es una afirmación invertida). Sí, a veces
pensar agota. Quiero performar, construirme como un artefacto
monstruoso, indefinible.
Ficcionalizar las vidas, hablar de los sueños personales, traumas, amores, resultó
nosoloenunejerciciodecomuniónconlosotros,deintimidadyconanza,sino,
también, un espacio de sanación. La escritura se convirtió, así, en una herramien-
ta terapéutica muy poderosa, un “un espacio de restitución y autocuración” (en
Ballesteros, 1995, p.375), como dice Shari Benstock. Esta idea resuena con la
consideración clásica de la tragedia como una catarsis (Aristóteles) y de la es-
critura como una medicina (pharmakon) que viene de Platón y fue elaborada por
Deleuze(1996,p.14) “[…]elescritorcomo talnoestá enfermo,sinoque más
bien es médico, médico de sí mismo y del mundo”.
Conclusión
Luegodehacerunrecorridoporlacciónautobiográcayabriruncampoenel
pensamiento para el parler-trans, se abre el camino para ir hacia atrás y encontrar
todaaquellaescritura queno hasido sucientementevisibilizaday estudiada.
Porque, sin duda, se escribió y está allí para ser reconocida. Además, nos en-
contramos en un presente donde este tipo de identidades de género alternativas
se han hecho cada vez más públicas, lo cual quizás indique una proliferación de
textos como estos en el circuito de lo escrito.
Así como en su momento el concepto de mujer empezó a alterarse cuando el
hombre comenzó a cambiar radicalmente (Smith, 1994, p.118), el concepto de lo
trans ha estado en “circulación discursiva” gracias a las inesperadas y numerosas
formasdesermujer ydeser hombrequehan idooreciendo,locual hadebi-
litado la línea divisoria entre lo uno y lo otro. En esa fractura, se hace cada vez
más común la idea de que un hombre atraviese la frontera del género que le es
supuestamente “natural” hasta el punto de enunciarse como mujer y viceversa, o
simplementemantenerseuyendoentreunoyotroextremodeformajuguetona
o estratégica. Esa es una de las razones por las cuales es posible que los sujetos
con identidades de género alternativas sean hoy día cada vez más visibles y que
se empiece a hablar de su escritura. Como dice Ballesteros (1995, p.359): “Nos
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aferramos al hecho de que la escritura es ‘el único espacio donde es posible evitar
la muerte del Otro’”.
Sin embargo, no cerramos los ojos al hecho de que esta circulación discursiva
de lo trans y la posibilidad de su existencia es aún muy precaria. La escritura
trans, así como lo hizo la escritura de mujeres, pone en discusión la capacidad
delostextos, quesesupone “tienenun poderpolíticoemancipador einuyen
enlaconcienciahistóricapersonalycolectiva[...]espaciosdelucha,dearma-
ción de nuevos sujetos y nuevas ideologías” (Arriaga, 1994, p.71), al demostrar
cómo esta idea emancipadora no es totalmente cierta, dado que la escritura está
inscrita en un sistema cultural que opera todo el tiempo silenciando unas voces
y estableciendo otras como hegemónicas. Como dice Flores (2015, p.17): “La
escritura es una máquina de visibilidades e inteligibilidades: una máquina de luz
y, por lo tanto, de sombras”. La escritura como idea es liberadora, pero encarnada
en nuestras sociedades, funge al mismo tiempo papeles tanto de normalización y
discriminación, como de resistencia y visibilización de lo diferente.
Es por eso que la circulación discursiva de lo trans, aunque les da a estas perso-
nas cabida en el lugar de las palabras, también construye unos potentes, sexistas,
binarios y patriarcales discursos sobre ellos. Dice Sidone Smith (1994, p.135) a
propósito de la escritura femenina: “la autobiógrafa tiene que lograr vérselas a
veces con cuatro tipos de historias, todas escritas sobre ella más que por ella”.
Justamente, ellos también tienen que vérselas con historias de la psiquiatría, la
Iglesia, etc. que explican desde afuera que son (enfermos disfóricos, pecadores,
etc.) y por qué son así. Se enfrentan con esas voces que tratan de representarlo y
juega a los espejos con ellas para lograr desarticular esos discursos y darle paso
al suyo propio.
Sin duda, se insistirá en las preguntas: ¿Por qué hablar de un parler-trans (para el
caso de la autobiografía)? ¿Por qué segregar más en vez de unir, por qué pensar
que esta experiencia traspasada a la escritura es diferente? Las mismas preguntas
seguramente fueron hechas y son hechas a las teóricas de la autobiografía feme-
nina. Lo que ellas constantemente responden es que, en un sistema donde no les
era permitida la palabra, la manera en la que se instalan en el discurso debe ser
diferente a lo que se había hecho hasta entonces. Constantemente ellas dicen que
sus vidas, obligadamente diferentes a las de los hombres, hacen que sus historias
aborden temas disímiles, preocupaciones disímiles, tensiones en las dicotomías
de lo público y lo privado, lo anodino y lo importante, la razón y el sentimiento,
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etc. Dicen que la representacióndesímismasensuescrituraautobiográcaestá
atravesada por la imagen que el discurso masculino fabricó de ellas, establecien-
do tensiones, acercamientos y distancias de esa representación de la que tratan
deliberarse.Eso nosignicó,desde luego,queal nallasteóricas delaauto-
biografía femenina no terminaran aceptando dos verdades en disputa: que solo
por el hecho de que la mujer escriba ya está siendo una ruptura en el sistema,
yaestátransgrediendo,pero que,sinembargo,eso nosignicaquetoda mujer
que escribe no refuerce los estereotipos hegemónicos de los géneros y termine
escribiendo “en masculino”.
Justamente, la idea del parler-trans surgió al leer las teorías sobre la escritura
autobiográcafemenina.Yasí mismopuedodecir queesta ideatienesentido,
porque los sujetos con identidades de género alternativas no han tenido acceso
a la educación en un sistema que los discrimina y excluye, y si ahora escriben,
el resultado debe ser diferente; sus vidas, sus preocupaciones y sus urgencias
cotidianas han sido diferentes; la representación de ellos mismos recae desde
poderosas instancias como la academia, la medicina, la psiquiatría, la religión y,
sin embargo, se representan esquivando todos estos discursos, aunque también
sumergiéndose y sufriendo con ellos.
Considero que el mero hecho de escribir como personas trans ya transgrede las
expectativas culturales, el sistema binario de sexo/género, el discurso masculino,
etc.sinqueesonosigniquequelasidentidadesdegéneroadoptadasporellasno
jueguen peligrosamente con lo hegemónico. Es por eso, por esa evidencia histó-
rica de una experiencia diferente, que he defendido la existencia del parler-trans.
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