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sufrió la obra de teatro en el proceso de transducción cultural: desde el título, el paso
a un nuevo formato, la aparición de nuevos personajes y la modicación de algunas
de sus historias, hasta el espacio en que se contextualiza la pieza fílmica junto con
sus implicaciones. Las dos obras en cuestión, anota el autor, permiten pensar la si-
tuación de los sujetos trans, en especíco de la transexualidad femenina, en la actual
situación política de Venezuela.
Elena Martínez en su artículo “Desplazamientos e inversiones en La Habana para
un infante difunto de Guillermo Cabrera Infante” pone especial atención, primero, en
la construcción de la gura del narrador protagonista en relación con la masculini-
dad, y segundo, en la visión que este presenta de los personajes femeninos. La autora
resalta el contexto de esta novela de aprendizaje –la sociedad habanera patriarcal de
los años cuarenta y cincuenta–, en la que prima la homosocialidad y la misoginia.
En este ambiente, el protagonista, un “pícaro intelectual”, reproduce el pensamien-
to masculinista imperante –además de racista y clasista–, pero, al mismo tiempo
desarrolla estrategias que lo distancian de la masculinidad hegemónica, como por
ejemplo, una actitud humorística hacia sí mismo.
Siguiendo con el tema de las masculinidades, John William Archbold en el texto
“Las masculinidades de los hombres homosexuales en Plata Quemada, de Ricardo
Piglia” analiza la tercera novela del escritor argentino desde la perspectiva de los
Estudios de varones y masculinidades. Según Archbold, son numerosas las inves-
tigaciones que ha suscitado la obra a partir de su publicación, pero pocas se han
preocupado por examinar el tema de la homosexualidad como eje estructural de la
historia. Aunque esta es entendida como una desviación de lo masculino hegemóni-
co, es decir, de aquellos códigos culturales que le otorgan la hombría a los varones,
Archbold argumenta que la representación homosexual de los dos protagonistas de
Plata quemada, Dorda y Brignone, está alejada de la identidad gay afeminada y este-
reotípica. A través de la fuerza, la dominación y la violencia, los personajes intentan
certicarse y ser certicados como hombres, pese a su abierta y conocida orientación
sexual. Esto evidencia, en palabras del autor, que el sujeto homosexual de la obra
está regulado, al igual que el sujeto heterosexual, por un orden falogocéntrico que
determina su conducta como hombre y la construcción de su subjetividad.
En “Transgresiones de las sujeciones identitarias femeninas en La última noche que
pasé contigo, de Mayra Montero”, Malena Andrade Molinares examina cómo la
pareja de esposos protagonistas de la novela de la escritora cubana subvierte la ma-
quinaria heteronormativa después de muchos años de matrimonio. La autora teoriza
cuadeRnos de liteRatuR a del c aRibe e Hi sPanoaméR ica • i ssn 1794-8 290 • no. 22 • Julio -diciem bRe 201 5 • 11 - 15