ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
Teresita Junco y la enseΓ±anza
del piano en Cuba
Teresita Junco and the teaching of the piano in Cuba
Jaciel Salgas DΓ­az
1
, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n
Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
Universidad de Pinar del RΓ­o β€œHermanos SaΓ­z Montes de Oca”, Cuba
DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.31.2018.6
Recibido: Julio 5 de 2017 Aceptado: Noviembre 15 de 2017
Cita de este artΓ­culo (APA): Salgas, J., PiΓ±era, Y., Estrada, O. & MartΓ­nez, M. (2018). Teresita Junco y la
enseΓ±anza del piano en Cuba. Amauta, 16(31), 85-96. http://dx.doi.org/10.15648/am.31.2018.6
1. Autor de correspondencia: Correo electrΓ³nico: jaciel.diaz@upr.edu.cu
Resumen
Es de notable importancia la labor pedagΓ³gica de varios maestros de la mΓΊsica en Cuba, los cuales crearon, organizaron
ξ‚›ξ€ƒξ‚’ξ‚—ξ‚•ξ‚‹ξ‚‡ξ‚”ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚‰ξ‚‘ξ‚”ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚•ξ‚…ξ‚‡ξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚ƒξ‚Žξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚—ξ‚Žξ‚–ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚’ξ‚‹ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚–ξ‚‘ξ‚†ξ‚‘ξ‚Žξ‚‘ξ‚‰ξƒ€ξ‚ƒξ‡€ξ€ƒξ€˜ξ‚ξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‰ξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚Œξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚–ξ‚‡ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒ
maestra, pianista, Dr.C Dagmar Teresita Junco Reyna. Fundadora y profesora titular de la especialidad de piano del
ξ€Œξ‚ξ‚•ξ‚–ξ‚‹ξ‚–ξ‚—ξ‚–ξ‚‘ξ€ƒξ€–ξ‚—ξ‚’ξ‚‡ξ‚”ξ‚‹ξ‚‘ξ‚”ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ€„ξ‚”ξ‚–ξ‚‡ξ‡‘ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚žξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚‹ξ‚†ξ‚‹ξƒ—ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ€†ξ‚‘ξ‚ξ‚‹ξ‚•ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ€‘ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξ‚‘ξ‚ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ€“ξ‚‹ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚ˆξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚„ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ€†ξ‚‘ξ‚ξ‚•ξ‚‡ξ‚Œξ‚‘ξ€ƒξ€†ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚‘ξ€ƒ
MetodolΓ³gico y profesora del ISA y del Conservatorio Amadeo RoldΓ‘n. El presente trabajo aborda algunos aspectos
del ideario pedagΓ³gico de esta profesora y ofrece elementos novedosos relacionados con la enseΓ±anza del piano en
nuestro paΓ­s.
Palabras clave: enseΓ±anza, educaciΓ³n musical, piano.
Abstract
It is of notable importance the pedagogical work of several teachers of the music in Cuba, who they created, organized
ξ‚ƒξ‚ξ‚†ξ€ƒξ‚’ξ‚—ξ‚–ξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚‰ξ‚‘ξ‚”ξ€ƒξ‚™ξ‚‹ξ‚–ξ‚Šξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‘ξ‚—ξ‚•ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚—ξ‚Žξ‚–ξ‚‡ξ‚†ξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ‚‹ξ‚”ξ€ƒξ‚‘ξ‚™ξ‚ξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚–ξ‚Šξ‚‘ξ‚†ξ‚‘ξ‚Žξ‚‘ξ‚‰ξ‚›ξ‡€ξ€ƒξ€„ξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‰ξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ€ƒξ‚‡ξ‚šξ‚ƒξ‚ξ‚’ξ‚Žξ‚‡ξ€ƒξ‚Šξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‹ξ‚–ξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚•ξ‚–ξ‚‡ξ‚”ξ‡‘ξ€ƒξ‚’ξ‚‹ξ‚ƒξ‚ξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‡‘ξ€ƒ
Dr.C Dagmar Teresita Reyna Junco. Founder and titular teacher of the specialty of piano of the Superior Art Institute,
ξ‚™ξ‚Šξ‚‘ξ€ƒξ‚Šξ‚‡ξˆ€ξ‚•ξ‚Šξ‚‡ξˆ€ξ‚‹ξ‚–ξˆ€ξ‚›ξ‚‘ξ‚—ξ€ƒξ‚ƒξ‚Žξ‚•ξ‚‘ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚‹ξ‚†ξ‚‡ξ‚†ξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ€‘ξ‚ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚‘ξ‚ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ€†ξ‚‘ξ‚ξ‚ξ‚‹ξ‚•ξ‚•ξ‚‹ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚‘ξ‚ˆξ€ƒξ€“ξ‚‹ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚†ξ€ƒξ‚‹ξ‚–ξ€ƒξ‚™ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚„ξ‚‡ξ‚”ξ€ƒξ‚‘ξ‚ˆξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ€„ξ‚†ξ‚˜ξ‚‹ξ‚…ξ‚‡ξ€ƒξ€–ξ‚…ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ€ƒξ€ξ‚‡ξ‚–ξ‚Šξ‚‘ξ‚†-
ological and teacher of the ISA and of the Conservatory Amadeo Roldan. The present work undertakes some looks of
ξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚‡ξ‚†ξ‚ƒξ‚‰ξ‚‘ξ‚‰ξ‚‹ξ‚…ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚‹ξ‚†ξ‚‡ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‘ξ‚ˆξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‹ξ‚•ξ€ƒξ‚–ξ‚‡ξ‚ƒξ‚…ξ‚Šξ‚‡ξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚†ξ€ƒξ‚‘ξ†‘ξ‚‡ξ‚”ξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ‚˜ξ‚‡ξ‚Žξ‚–ξ‚›ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ‚‡ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚Žξ‚ƒξ‚–ξ‚‡ξ‚†ξ€ƒξ‚™ξ‚‹ξ‚–ξ‚Šξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ‚–ξ‚‡ξ‚ƒξ‚…ξ‚Šξ‚‹ξ‚ξ‚‰ξ€ƒξ‚‘ξ‚ˆξ€ƒξ‚–ξ‚Šξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚‹ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ€ƒξ‚‘ξ‚—ξ‚”ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚—ξ‚ξ‚–ξ‚”ξ‚›ξ‡€
Keywords: teaching, musical manners, piano.
88
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
IntroducciΓ³n
El estudio del pasado educativo posee un importante papel para la forma-
ciΓ³n actual del individuo, porque en Γ©l estΓ‘n contenidos valores y signos dis-
tintivos de la cultura e identidad nacionales. AdemΓ‘s ha estado vinculado a
un proyecto polΓ­tico como alternativa u oposiciΓ³n a la cultura impuesta por
los opresores. En Γ©l estΓ‘n los retos que la sociedad cubana le ha impuesto a
la educaciΓ³n de cada Γ©poca. En la teorΓ­a educativa cubana estΓ‘ el sello de
la idiosincrasia en la formaciΓ³n del hombre, porque constituye una fuente
incalculable en la bΓΊsqueda de alternativas y soluciones a los actuales pro-
blemas de la educaciΓ³n del ciudadano cubano. Es inclusive, un indiscutible
vehΓ­culo en la formaciΓ³n de valores en el presente, a partir del desarrollo de
sentimientos de orgullo y amor por la naciΓ³n.
Por esta razΓ³n varios investigadores cubanos han dedicado parte de sus vi-
das al estudio de personalidades que se han ganado el respeto y la admira-
ciΓ³n del pueblo cubano por su labor en las diferentes ramas de su actuaciΓ³n
diaria. Por lo tanto, el reconocimiento pΓΊblico al profesional en la sociedad es
el resultado de un derecho que se logra con el saber, con la actuaciΓ³n Γ©tica en
correspondencia con la profesiΓ³n que en que se desempeΓ±a.
ΒΏQuiΓ©n discute hoy en Cuba la labor educativa de Enrique JosΓ© Varona?,ΒΏQuiΓ©n
podrΓ­a prescindir de los excelentes consejos que JosΓ© MartΓ­ nos legΓ³, y toda
su amplia obra escrita? Pero, ΒΏcΓ³mo se podrΓ­a hablar de la Escuela Cubana de
Ballet sin mencionar la labor de Alicia Alonso?, y en nuestro deporte, ΒΏquiΓ©n
cuestiona los aportes de Alcides Segarra a los tantos boxeadores cubanos
que enarbolan nuestra bandera en lo mΓ‘s alto de un pΓ³dium olΓ­mpico? Por
solo citar algunos ejemplos entre tantos y tantos cubanos que se han ganado
el reconocimiento nacional por su participaciΓ³n en diversas esferas entre las
cuales la educaciΓ³n y el desarrollo de la sociedad estΓ‘n implΓ­citos.
El educador, el maestro, el profesor, como lo llamen en diversas latitudes,
siempre serΓ‘ el profesional de la educaciΓ³n que se prepara para lograr los
objetivos de valor social en el desarrollo de los ciudadanos.
89
Jaciel Salgas DΓ­az1, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n, Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
Con orgullo se puede decir que nuestra tarea esencial es β€œeducar”; esta no se
logra en un tiempo concreto en un aula, en un ambiente de intercambio en la
escuela, en un horario predeterminado; sino que trasciende incluso mΓ‘s allΓ‘
de la vida y la prΓ‘ctica profesional cuando se reconoce en una comunidad o
localidad pequeΓ±a o grande que un educador ha cumplido exitosamente con
su labor. Nuestro contexto educativo es la sociedad toda y el objetivo contri-
buir a la formaciΓ³n de una cultura general integral de todo el pueblo.
Por lo tanto, aunque en muchos casos no se reconoce pΓΊblicamente la la-
bor del β€œEducador” en la comunidad, se reconoce abiertamente cuando mu-
chos padres o familiares, solicitan en la escuela que su hijo sea alumno de un
maestro determinado, cuando en una universidad los estudiantes acuden a
escuchar una conferencia de un profesor para ellos destacado, sin que sean
convocados a ello.
Es importante que las instituciones de la sociedad directamente relacionadas
con determinadas ramas de las ciencias, la cultura, el arte dediquen algunas
de sus actividades al reconocimiento y divulgaciΓ³n de sus mejores profesio-
nales. Eso estimula y alienta.
En todas las Γ©pocas de desarrollo y socializaciΓ³n del ser humano, se transmi-
ten experiencias que luego deben aplicarse en la prΓ‘ctica, en la vida, y para
mantener la vida. Las regularidades de este proceso, sus formas de manifes-
taciΓ³n, sus conexiones lΓ³gicas fueron estudiadas, llegΓ‘ndose a formular las
ξ‚Žξ‚‡ξ‚›ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚žξ‚•ξ€ƒξ‚‰ξ‚‡ξ‚ξ‚‡ξ‚”ξ‚ƒξ‚Žξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚…ξ‚‡ξ‚•ξ‚‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚—ξ‚Žξ‚–ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒ
ξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ‡€ξ€ƒξ€ξ‚‘ξ‚•ξ‚±ξ€ƒξ€ξ‚ƒξ‚”ξ‚–ξƒ€ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ†€ξ‚ξ‚‡ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚‰ξ‚‡ξ‚ξ‚‹ξ‚ƒξ‚Žξ‡£
Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente,
ξ‚Šξ‚ƒξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚†ξƒ€ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‡ξ‡’ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚ξ‚‡ξ‚”ξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ€ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚‘ξ€ƒξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ†ͺ
sobre Γ©l, y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podrΓ‘ salir a
ξ†ͺξ‚‘ξ‚–ξ‚‡ξ‡’ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚Šξ‚‘ξ‚ξ‚„ξ‚”ξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚†ξ‚ƒξ‡€ξ€ƒξˆ‹ξ€ξ‚ƒξ‚”ξ‚–ξƒ€ξ‡‘ξ€ƒξ™ξ‘ξ ξœξ‡‘ξ€ƒξ‚’ξ‡€ξšξ ξ™ξˆŒ
ξ€ˆξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ†ͺξ‚‡ξ‚šξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ€ξ‚‘ξ‚•ξ‚±ξ€ƒξ€ξ‚ƒξ‚”ξ‚–ξƒ€ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚—ξ‚ξ‚‡ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‡ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚‰ξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚…ξƒ—ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒ
ξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚‡ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ†€ξ‚ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚ˆξ‚‘ξ‚”ξ‚ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ‚”ξ€ƒξ‚Šξ‚—ξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚…ξ‚‡ξ‚•ξ‚‘ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ€ƒ
90
debe mantener preparado para cambios naturales y sociales, para que pueda
ξ‚˜ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‹ξ‚”ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚–ξ‚”ξ‚‹ξ‚„ξ‚—ξ‚‹ξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ€ƒξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ‚•ξ‚ˆξ‚‘ξ‚”ξ‚ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚ξ‚—ξ‚ξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚„ξ‚‡ξ‚ξ‚‡ξ†€ξ‚…ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚’ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚•ξ‚‘ξ‚…ξ‚‹ξ‚‡ξ‚†ξ‚ƒξ‚†ξ€ƒ
en que debe laborar.
Este ideal martiano se materializa en la actualidad en el reconocimiento a
todo aquel que en un paΓ­s como Cuba, el cual ha sido vΓ­ctima de un fΓ©rreo
bloqueo econΓ³mico y sobreponiΓ©ndose a ello y gracias a la inmensa labor de
nuestro eterno Comandante en Jefe ha permitido que cubanos de cualquier,
estatus social, lugar de procedencia, nivel econΓ³mico, sexo, raza y cualquier
otro elemento que pueda servir de base para la discriminaciΓ³n ha estado im-
plicado en la labor de formaciΓ³n del excelente ciudadano al que aspiran las
grandes mayorΓ­as. Es por ello, que los autores de este trabajo como protago-
nistas de una investigaciΓ³n histΓ³rico-educativa consideran oportuno trans-
mitir y continuar desentraΓ±ando las raΓ­ces de nuestra educaciΓ³n cubana.
Desarrollo
La educaciΓ³n en Cuba, en su devenir histΓ³rico-social ha mostrado una valiosa
ξ‚›ξ€ƒξ‚‡ξ‚šξ‚–ξ‚‡ξ‚ξ‚•ξ‚ƒξ€ƒξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚†ξ‚‹ξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚’ξ‚‡ξ‚†ξ‚ƒξ‚‰ξƒ—ξ‚‰ξ‚‹ξ‚…ξ‚ƒξ€ƒξ‚Šξ‚—ξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ‡‘ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚”ξ‚–ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‰ξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚ƒξ‚…ξ‚—-
mulados a partir de la vida, la obra y el pensamiento de grandes educadores.
ξ€ˆξ‚šξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚—ξ‚†ξ‚‹ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚•ξ‚‘ξ‚„ξ‚”ξ‚‡ξ€ƒξ‚†ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‡ξ‚”ξ‚•ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ†€ξ‚‰ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚‰ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚‹ξ‚‰ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ‚Šξ‚ƒξ‚…ξ‚‡ξ‚”ξ€ƒ
pedagΓ³gico del paΓ­s como JosΓ© de la Luz y Caballero, JosΓ© MartΓ­, Enrique JosΓ©
Varona, Manuel ValdΓ©s RodrΓ­guez, Alfredo M. Aguayo, y otras que han sido
estudiadas por investigadores de la historia educativa entre los que estΓ‘n los
doctores Justo ChΓ‘vez RodrΓ­guez, Elmys Escribano HernΓ‘ndez, Ida HernΓ‘n-
dez Ciriano, MarΓ­a Elena SΓ‘nchez Toledo.
De ahΓ­ la importancia de enriquecer, aprender a valorar y nutrir la historia de
ξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚†ξ‚‹ξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‹ξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚†ξ‚ƒξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‘ξ‚„ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚˜ξ‚ƒξ€ƒ
de todos aquellos maestros y educadores que contribuyeron y contribuyen
con su diario trabajo a mantener una de las conquistas mΓ‘s grandes de la
RevoluciΓ³n: la EducaciΓ³n.
Revelar toda la riqueza de la vida y la obra educativa de destacados educado-
res cubanos que, sin lugar a dudas, constituyeron en su momento fundamen-
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
91
to de los procesos de perfeccionamiento y transformaciones educacionales
acontecidas en las distintas etapas, particularmente despuΓ©s del triunfo re-
volucionario, constituye un deber para con los protagonistas: sus maestros y
una necesidad histΓ³rica para con la Patria: su vida y obra educativa.
ξ€ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚Šξ‚ƒξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚’ξ‚‘ξ‚”ξ‚…ξ‚‹ξ‚‘ξ‚ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚‰ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒ ξ†€ξ‚‰ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚†ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‡ξ‚”ξ‚•ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒ
de la educaciΓ³n, por ejemplo en el campo de la enseΓ±anza artΓ­stica, existen
algunos estudios sobre maestros que se destacaron en la primera mitad del
siglo XX, entre ellos: Guillermo Tomas, Hubert de Blank, Cecilia Arizti y MarΓ­a
Matilde Alea por solo citar algunos ejemplos. Estos trabajos han sido abor-
dados por un grupo de profesores, investigadores y estudiantes de diversas
partes del paΓ­s dedicados a investigar las raΓ­ces de la educaciΓ³n de las artes
en Cuba, los cuales han quedado en el plano de la descripciΓ³n de la vida y
obra de esos maestros, obviando a veces sin intenciΓ³n alguna sus aportes a la
pedagogΓ­a cubana y mΓ‘s exactamente a la pedagogΓ­a de la mΓΊsica. Entonces
ξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚Šξ‚ƒξ‚…ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚…ξ‚‡ξ‚•ξ‚ƒξ‚”ξ‚‹ξ‚‘ξ‡‘ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚žξ‚Žξ‚‹ξ‚•ξ‚‹ξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚žξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚ˆξ‚—ξ‚ξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚‘ξ‚…ξ‚‡ξ‚”ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‰ξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ€ƒ
obra tanto en lo teΓ³rico como en lo prΓ‘ctico, desentraΓ±ando asΓ­ la contribu-
ciΓ³n de estos maestros a la historia de la educaciΓ³n cubana.
La historia cuenta que en la educaciΓ³n cubana el gΓ©nero no ha sido un impe-
ξ‚†ξ‚‹ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚’ξ‚Žξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚…ξ‚ƒξ‚–ξ‚žξ‚Žξ‚‘ξ‚‰ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ†€ξ‚‰ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚„ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ‚šξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚—ξ‚‡-
ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ƒξ†€ξ‚”ξ‚ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚—ξ‚Œξ‚‡ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚Šξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚”ξ‚–ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚—ξ‚‡ξ‚˜ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‹ξ‚†ξ‚‡ξ‚ƒξ‚•ξ‡€ξ€ƒ
EnseΓ±ar, ha sido una de las grandes virtudes que ha caracterizado a las muje-
res cubanas y en las grandes familias de mΓΊsicos cubanos esto se evidencia;
dinastΓ­as hay a lo largo y ancho de la toda la geografΓ­a cubana como las ol-
vidadas MarΓ­a Cervantes y Olga de Blank, casos que cruzaron dos siglos y
muchas generaciones; o doΓ±a Margot Rojas hasta llegar a las que en los aΓ±os
setenta y comienzos de los ochenta protagonizaron grandes momentos de
la pedagogΓ­a musical cubana. Esa serΓ­a la generaciΓ³n de Teresita Junco, Hor-
tensia Hupman’t y otros tantos nombres que anΓ³nimamente moldearon el
talento musical cubano de estos tiempos y del que hoy Cuba se enorgullece.
Es de notable importancia la labor pedagΓ³gica de varios maestros de la mΓΊ-
sica en Cuba, los cuales crearon, organizaron y pusieron en vigor con tras-
ξ‚…ξ‚‡ξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚ƒξ‚Žξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚—ξ‚Žξ‚–ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ€ƒ ξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚’ξ‚‹ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚–ξ‚‘ξ‚†ξ‚‘ξ‚Žξ‚‘ξ‚‰ξƒ€ξ‚ƒξ‡€ξ€ƒξ€˜ξ‚ξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‰ξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚˜ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚Œξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ€ƒ
Jaciel Salgas DΓ­az1, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n, Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
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tenemos en la maestra, pianista, Doctora en Ciencias del Arte, fundadora y
profesora titular de la especialidad de piano del Instituto Superior de Arte,
quien ademΓ‘s presidiΓ³ la ComisiΓ³n Nacional de Piano y fue miembro del Con-
ξ‚•ξ‚‡ξ‚Œξ‚‘ξ€ƒξ€†ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚‘ξ€ƒξ€ξ‚‡ξ‚–ξ‚‘ξ‚†ξ‚‘ξ‚Žξƒ—ξ‚‰ξ‚‹ξ‚…ξ‚‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚ˆξ‚‡ξ‚•ξ‚‘ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ€Œξ€–ξ€„ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ€†ξ‚‘ξ‚ξ‚•ξ‚‡ξ‚”ξ‚˜ξ‚ƒξ‚–ξ‚‘ξ‚”ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ€„ξ‚ξ‚ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚‘ξ€ƒ
RoldΓ‘n. En el transcurso de su vida profesional preparΓ³ a decenas de estu-
diantes, que hoy se ubican entre los mΓ‘s destacados intΓ©rpretes cubanos.
Promotora de la participaciΓ³n con alta calidad de jΓ³venes de la isla en cer-
tΓ‘menes internacionales. Estamos hablando entonces de Dagmar Teresita
Junco Reyna (1946-2009).
HeredΓ³ de su padre un arte que logrΓ³ desarrollar y transmitir, no solo a sus
hijos (Ilmar y Aldo LΓ³pez-GavilΓ‘n Junco), sino tambiΓ©n a cada uno de sus dis-
cΓ­pulos, pues estableciΓ³ una metodologΓ­a que es la base de la Escuela Cubana
de Piano. Unida en la vida al maestro Guido LΓ³pez-GavilΓ‘n, esta familia pres-
tigia la escuela y la mΓΊsica cubana en general.
Graduada de Piano y DirecciΓ³n Coral del Conservatorio Amadeo RoldΓ‘n de
La Habana en 1968 y del Instituto β€œGnecin” de MoscΓΊ en 1973. Dagmar Te-
resita Junco Reyna estudiΓ³ en el Conservatorio Municipal de La Habana. Se
hizo directora de coros, y cantΓ³, bajo la guΓ­a del maestro Manuel Ochoa. Fue
alumna de los mejores profesores de dicho Conservatorio hoy llamado Ama-
deo RoldΓ‘n. TambiΓ©n estudiΓ³ canto con la soprano Zoila GΓ‘lvez.
Posee una trayectoria artΓ­stica y pedagΓ³gica muy exitosa, tanto en el Γ‘mbito
nacional como internacional. ActuΓ³ en diferentes paΓ­ses de Europa y AmΓ©ri-
ca Latina, como Rusia, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia, HungrΓ­a, EspaΓ±a,
MΓ©xico, Venezuela, Santo Domingo, Ecuador, Estados Unidos y Londres. Se
destacΓ³ de forma sobresaliente en sus actuaciones en la Sala Franz Liszt de
Budapest (HungrΓ­a), la Sala Carlos ChΓ‘vez, de MΓ©xico y la Sala de Conciertos
de Karlovivary, en Checoslovaquia.
Fue jurado de concursos nacionales e internacionales. ImpartiΓ³ cursos so-
bre la interpretaciΓ³n de la mΓΊsica cubana y del repertorio internacional en
la Escuela de MΓΊsica de la UNAM, MΓ©xico, en la Escuela de Bellas Artes y el
Instituto de Cultura y Arte de Santo Domingo, en Venezuela, Estados Unidos,
Londres, asΓ­ como en Cuba.
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
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Posee la Orden al MΓ©rito PedagΓ³gico, la condiciΓ³n de Laureada del Arte otor-
gada por el Instituto Superior de Arte, la Medalla de la EducaciΓ³n Cubana,
la DistinciΓ³n RaΓΊl GΓ³mez GarcΓ­a, la Medalla por la Cultura Cubana, la Orden
Alejo Carpentier y el diploma Amadeo RoldΓ‘n que otorga la UNEAC.
ξ€‡ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ‚•ξ€ƒξžξ›ξ€ƒξ‚ƒξƒ“ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚†ξ‚ƒξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚’ξ‚‡ξ‚…ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚ƒξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚†ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ‚•ξ€ƒξœξžξ€ƒξ‚ƒξƒ“ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ‚„ξ‚‘ξ‚”ξ€ƒ
pedagΓ³gica casi ininterrumpida cultivΓ³ una pedagogΓ­a pianΓ­stica heredada
de las antiguas escuelas europeas que desde 1812 fueron arribando a la Isla y
echando raΓ­ces para poder decir hoy, que existe una Escuela Cubana de Pia-
no que es reconocida en el mundo entero y de la cual la profe Tere, como
cariΓ±osamente le decΓ­an compaΓ±eros, amigos y alumnos, fuera una de sus
integrantes mΓ‘s importantes. Cabe entonces recordar algunos detalles so-
bre esta sobresaliente pedagoga cubana que ante todo referΓ­a ser siempre
β€œmuy cubana”.
El 7 de octubre de 1946, nace en La Habana en el seno de una familia de clase
media una niΓ±a bella a la cual sus padres llamaron Dagmar Teresita Junco
Reyna. Hija del gran pedagogo y mΓΊsico cubano, Juan Jorge Junco, a quien se
le conoce como el padre de la Escuela Cubana del Clarinete por sus aportes a
la enseΓ±anza del mismo. CreciΓ³ en un ambiente musical que mΓ‘s tarde apor-
tarΓ­a experiencias y un amor por la profesiΓ³n incalculables.
De ella el mΓΊsico, compositor y director de orquesta Roberto Valera expresΓ³:
β€œLe recuerdo aΓΊn niΓ±a juguetona en las aulas del Conservatorio Municipal de La
Habana cuando nadie podΓ­a imaginar lo mucho que esa niΓ±a, mulatita traviesa,
darΓ­a al arte de su patria” (Valera, 2009, p.1).
De niΓ±a muy alegre, juguetona, traviesa quizΓ‘s, cualidades que nunca perde-
rΓ­a aΓΊn en los momentos mΓ‘s duros de su vida. Siempre con una sonrisa en
sus labios, con una pasiΓ³n desenfrenada por su tierra, por esa tierra que la vio
nacer, la vio crecer y le permitiΓ³ tambiΓ©n llegar a formar una familia de talla
y nombre mundial, los LΓ³pez-GavilΓ‘n Junco, que ha regalado al mundo dos
hijos que al igual que sus padres brillan y elevan el nombre de Cuba hasta lo
mΓ‘s alto en cualquier lugar que estΓ©n.
Jaciel Salgas DΓ­az1, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n, Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
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Tere, como cariΓ±osamente la conocΓ­an todos, comenzΓ³ sus estudios de la
mano de Esther Ferrer, quien guiΓ³ su insipiencia en el teclado y mΓ‘s tarde
se hizo directora de coros tambiΓ©n. CantΓ³ bajo la guΓ­a del maestro Manuel
Ochoa. Fue alumna de los mejores profesores del Conservatorio Municipal
de La Habana hoy llamado Amadeo RoldΓ‘n; de Solfeo, de ArmonΓ­a y Contra-
punto, de Historia de la MΓΊsica y hasta estudiΓ³ con la destacada soprano Zoi-
la GΓ‘lvez. De esta instituciΓ³n egresΓ³ graduada en la especialidad de Direc-
ciΓ³n Coral el 3 de julio de 1965 y mΓ‘s tarde en esta misma instituciΓ³n el 7 de
agosto de 1968 pero en la especialidad de Piano con una evaluaciΓ³n de 100
puntos. No tuvo nunca miedo de buscar la experiencia que pudiera enrique-
cerla dondequiera que pudiera estar, sin complejos ni prejuicios, y acompaΓ±Γ³
a instrumentistas y cantantes de todo tipo, y disfrutaba la mΓΊsica popular de
Cuba y del mundo, y participΓ³ en agrupaciones de cΓ‘mara, y tocΓ³ percusiΓ³n
por varios aΓ±os en la Orquesta SinfΓ³nica Nacional y pudo ver, de frente y tra-
bajar con ellos, a grandes directores cubanos y extranjeros que nos visitaron.
En 1968, partiΓ³ a perfeccionar su magisterio en la URSS, allΓ­ estudiΓ³ poste-
riormente en el Instituto β€œGnecin”, en MoscΓΊ, de la mano de la gran maestra
Lidia Nikolaevna. De su maestra aprendiΓ³ el arte del piano y tambiΓ©n el gran
humanismo que brotaba de ella en cada clase. Al graduarse en 1973 conti-
nuΓ³ participando en cursos de perfeccionamiento en Checoslovaquia con el
profesor Alexander Rauj y de Historia y TeorΓ­a del Arte Interpretativo en el
Conservatorio β€œChaikovsky”, en MoscΓΊ.
Al regresar a Cuba siguiΓ³ trabajando en su antigua escuela hasta que en el
aΓ±o 1976, al inaugurarse el Instituto Superior de Arte (ISA) –hoy llamado Uni-
versidad de las Artes– ocupa una de las plazas en la plantilla de la Facultad de
MΓΊsica en el departamento de Piano. AllΓ­ se categoriza como profesora ins-
tructora en el aΓ±o 1977, para luego llegar a ser Profesora Titular aΓ±os mΓ‘s tar-
de. Nunca se apartΓ³ de su centro formador, donde ofreciΓ³ clases desde 1966
ξ‚ƒξ€ƒξ™ξ‘ξžξ ξ€ƒξ‚Œξ‚—ξ‚•ξ‚–ξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚–ξ‚‹ξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ€ƒξ€•ξ‚—ξ‚•ξ‚‹ξ‚ƒξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚Žξ‚—ξ‚‡ξ‚‰ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚‰ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚–ξ‚‹ξ‚ξ‚—ξƒ—ξ€ƒξ‚Šξ‚ƒξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ†€ξ‚ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒ
de sus dΓ­as. AllΓ­ dio clases de Piano y MetodologΓ­a de la EnseΓ±anza del Piano.
AdemΓ‘s impartiΓ³ cursos de postgrado en la Escuela Nacional de Arte (ENA).
En el aΓ±o 1980 se matricula para continuar perfeccionando su labor como
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
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docente y esta vez se traslada a Praga para cursar una MaestrΓ­a en Interpre-
taciΓ³n PianΓ­stica.
Durante toda su vida como docente fue jurado en Concursos Provinciales,
Nacionales e Internacionales de Piano celebrados en Cuba y tambiΓ©n en el
exterior. Fue Presidenta de la ComisiΓ³n Nacional de Piano y en funciones
elaborΓ³ los Planes y Programas de Estudio del Piano para todos los niveles
de enseΓ±anzas del paΓ­s. Cumpliendo con la tarea de orientar a las nuevas
generaciones de profesores del instrumento realizΓ³ Talleres Nacionales de
Piano, clases abiertas y clases demostrativas. En ellas siempre abordaba los
principales elementos de la metodologΓ­a de la enseΓ±anza del piano desde su
propia experiencia, brindando a quienes tuvieron el privilegio de asistir los
excelentes recursos didΓ‘cticos que a lo largo de su vida habΓ­a consolidado.
Entre sus principales aportes se encuentra una detallada metodologΓ­a para
el estudio de las obras de Manuel Saumell e Ignacio Cervantes, asΓ­ tambiΓ©n
las obras de Caturla y Lecuona.
ExpresΓ³ una vez:
(…) No solo por ser cubanos, interpretamos bien nuestra mΓΊsica, es
necesario ademΓ‘s la interiorizaciΓ³n, mediante la audiciΓ³n y ejecuciΓ³n
de nuestros ritmos tradicionales para lograr esa manera propia, espe-
cial, cubana de tocar que se caracteriza por el poder lograr un sentido
ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚˜ξ‚‹ξ‚•ξ‚ƒξ‚…ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ†ͺξ‚‡ξ‚šξ‚‹ξ‚„ξ‚‹ξ‚Žξ‚‹ξ‚†ξ‚ƒξ‚†ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξ‚±ξ‚–ξ‚”ξ‚‹ξ‚…ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ‚„ξ‚Žξ‚‡ξ€ƒξˆ‹ξ€ξ‚—ξ‚ξ‚…ξ‚‘ξ‡‘ξ€ƒ
2007, p.37).
ξ€ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξƒ―ξ‚•ξ‚‹ξ‚…ξ‚ƒξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚„ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚•ξ‚ƒξ‚„ξ‚‡ξ‚ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‘ξ‚†ξ‚—ξ‚…ξ‚–ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚˜ξ‚ƒξ‚”ξ‚‹ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ†ͺ
y dentro de este nΓΊmero encontramos dos que se aprecian con mayor clari-
dad: la africana y la europea (espaΓ±ola). De la primera nos llega la rΓ­tmica y de
la segunda, pues, el lirismo de sus melodΓ­as. Ortiz (1965) en su libro AfricanΓ­a
de la mΓΊsica folklΓ³rica cubana le da el tΓ©rmino de afrocubano a aquellos gΓ©-
ξ‚ξ‚‡ξ‚”ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‘ξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚‹ξ‚ξ†ͺξ‚—ξ‚‡ξ‚ξ‚…ξ‚‹ξ‚ƒξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚”ξ‚‹ξ‚–ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚‰ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚„ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚”ξ‚…ξ‚ƒξ‚†ξ‚ƒξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚‡ξ‚—ξ‚”ξ‚‘ξ‡¦ξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚ƒξ€ƒ
ξ‚ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ‚Žξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‘ξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚›ξ‚‘ξ‚”ξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚ξ‚‡ξ‚Žξ‚‘ξ‚†ξƒ€ξ‚ƒξ‚•ξ‡‘ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‹ξ‚”ξƒ€ξ‚ƒξ€ƒξ‚±ξ‚Žξ‡£ξ€ƒβ€œ(…)
producida en Cuba bajo el inξ†ͺujo de los melismas italianizantes” (p.276).
Jaciel Salgas DΓ­az1, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n, Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
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El son es uno de los gΓ©neros mΓ‘s conocidos como elemento de esta fusiΓ³n,
cuyas cΓ©lulas rΓ­tmicas bΓ‘sicas son utilizadas frecuentemente por nuestros
principales compositores para piano. El maestro de la mΓΊsica popular Gaspar
ξ€„ξ‚‰ξƒ²ξ‚‡ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚–ξ‚”ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚—ξ‚†ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚’ξ‚‡ξ‚…ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚”ξ‚‹ξ‚–ξ‚ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚…ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ‚…ξ‚–ξ‚‡ξ‚”ξƒ€ξ‚•ξ‚–ξ‚‹ξ‚…ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚—ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚”ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒ
tΓ­picos bailes mulatos, logrΓ³ establecer siete cΓ©lulas rΓ­tmicas de segura afri-
canidad, a las que Fernando Ortiz llamΓ³ cΓ©lulas rΓ­tmicas generatrices, pues
combinadas entre sΓ­ o con otras del ritmo musical universalmente adoptado,
ξ‚…ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ‚…ξ‚–ξ‚‡ξ‚”ξ‚‹ξ‚œξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‹ξ‚ˆξ‚‡ξ‚”ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚ˆξ‚‘ξ‚”ξ‚ξ‚ƒξ‚•ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚ξ‚‹ξ†€ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚…ξ‚‹ξ‚‡ξ‚”ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚ξƒ―ξ‚•ξ‚‹ξ‚…ξ‚ƒξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚’ξ‚—ξ‚Žξ‚ƒξ‚”ξ€ƒ
cubana. La presencia de estas en nuestra mΓΊsica de corte nacionalista y mΓ‘s
tarde en casi toda la creaciΓ³n que se haga llamar cubana es de fΓ‘cil reconoci-
miento, pues la calidez del cinquillo y sus variantes, la sΓ­ncopa y los complica-
dos contratiempos hace ΓΊnica e inconfundible nuestra mΓΊsica cubana.
Otro de sus grandes aportes fue el libro, resultado de su tesis doctoral de-
fendida exitosamente en el aΓ±o 2006, que mΓ‘s tarde publicarΓ­a el Centro
Nacional de Escuelas de Arte al cual ella titularΓ­a Β‘QuΓ© fΓ‘cil es tocar el piano!
Todo ello es el fruto de una extensa preparaciΓ³n metodolΓ³gica donde la pro-
fe Tere, plasma de forma muy amena sus consideraciones acerca del proceso
de enseΓ±anza del piano desde una concepciΓ³n integral del proceso. Citando
ξ‚ƒξ€ƒξ€–ξ‚—ξ‚žξ‚”ξ‚‡ξ‚œξ€ƒξ€—ξ‚ƒξ‚Œξ‚‘ξ‚ξ‚‡ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξˆ‹ξšξ˜ξ˜ξŸξˆŒξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ†€ξ‚‡ξ‚”ξ‚‡ξ‡£ξ€ƒ
El libro que hoy se presenta a la consideraciΓ³n de los lectores ha de
devenir texto obligado y libro de consulta, no solo de los estudiantes,
educadores y padres, sino de los profesores de EstΓ©tica que laboran
en la Facultad de MΓΊsica. Este trabajo no tiene un solo momento que
no dispare el Γ‘nimo creador del lector, segΓΊn dicen los rusos.
ContinΓΊa el propio autor:
Solo seΓ±alarΓ© el momento en el que precisa que el intΓ©rprete debe
dominar todas las herramientas de las que dispone para comunicar
el mensaje artΓ­stico de la obra musical y dice, con una sencillez solo
inherente a los grandes talentos que no es mΓ‘s que su forma de decir
la partitura y aΓ±ade que en la medida que su riqueza espiritual, la for-
taleza de su intelecto y su poderΓ­o tΓ©cnico sean mayores, su interpre-
taciΓ³n se mostrarΓ‘ mΓ‘s profunda:
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
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ξˆ‹ξ‡₯ξˆŒξ‡€ξ€ƒξ€ξ‚‘ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξƒ€ξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚†ξ‚‡ξ‚ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ‚–ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚ξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‚‡ξ‚”ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ†ͺ
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profunda conciencia de que trabaja con esa esencia inmaterial de la
personalidad de sus educandos, que han venido al mundo con una
peculiar y frΓ‘gil estructura emocional que es un tesoro de hermosura
y posibilidades, condiciones que demandan del maestro un absoluto
respeto a esa conciencia congΓ©nita de la importancia de su β€œyo”, de
su individualidad, pues ya sabemos por la psicologΓ­a y la pedagogΓ­a
de las que Cuba es un emporio de riquezas, que penetrar en el secreto
mundo de los sentimientos solo puede quien posea ese don especial
de concebir el movimiento natural, espiritual y emocional de la perso-
nalidad del otro sin inventarla de su cosecha. (Junco, 2007, p.4)
Β‘QuΓ© fΓ‘cil es tocar el piano! es un libro de corta extensiΓ³n. Un tanto irΓ³nico su
nombre, pero, quizΓ‘s, la manera mΓ‘s prΓ‘ctica de atrapar la atenciΓ³n de todo
aquel que lo tenga en sus manos. Nada de sencillo resulta la interpretaciΓ³n
de un instrumento musical. Para ello han de conjugarse elementos sicolΓ³-
gicos, fΓ­sicos y culturales que contribuyan al Γ©xito de una ejecuciΓ³n artΓ­sti-
ca. Estos aspectos son analizados de manera minuciosa desde un enfoque
ξ‚…ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚‘ξ‡¦ξ‚’ξ‚”ξ‚žξ‚…ξ‚–ξ‚‹ξ‚…ξ‚‘ξ‡‘ξ€ƒξ‚•ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ€ƒξ‚Žξ‚‡ξ‚ξ‚‰ξ‚—ξ‚ƒξ‚Œξ‚‡ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ˆξ‚žξ‚…ξ‚‹ξ‚Žξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚ξ‚•ξ‚‹ξƒ—ξ‚ξ‡€ξ€ƒξ€“ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ‚•ξ€ƒ
profesores activos resulta un material de obligada referencia, en tanto ofrece
valiosas herramientas para su ejercicio. En su afΓ‘n, Teresita Junco se apoyΓ³
en escritos de reconocidos pedagogos rusos, de manera que el conjunto se
dimensiona cualitativamente. En el primer capΓ­tulo: La independencia crea-
dora, expone los principios metodolΓ³gicos esenciales para el logro satisfac-
torio de dicha tarea, al partir de las capacidades, particularidades sicolΓ³gicas,
habilidades y hΓ‘bitos del ser humano. Por su parte, la obra musical, viene
a ser la mΓ‘xima expresiΓ³n del volumen, hacia donde van encaminados los
aspectos tratados con anterioridad. AsΓ­, el capΓ­tulo versa acerca del trabajo
de la obra musical propiamente dicho y de la tΓ©cnica pianΓ­stica en sΓ­. Por ΓΊlti-
mo, en El ritmo en la interpretaciΓ³n de la mΓΊsica cubana, podemos encontrar
fragmentos de obras en las que la desaparecida profesora plantea su manera
de tratarlos. β€œΒ‘QuΓ© fΓ‘cil es tocar el piano!”, dirΓ­a la maestra Teresita Junco.
ξ‡²ξ‡©ξ€”ξ‚—ξ‚±ξ€ƒξ‚„ξ‚—ξ‚‡ξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚–ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚Žξ‚‹ξ‚„ξ‚”ξ‚‘ξ‡¨ξ‡³ξ‡‘ξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚†ξ‚”ξƒ€ξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ‚ƒξ†€ξ‚”ξ‚ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ‚–ξ‚‹ξ‚ξ‚—ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒ
magisterio de tan imprescindible profesora, porque de tan maravillosos im-
ξ‚’ξ‚—ξ‚Žξ‚•ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚’ξ‚‡ξ‚ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚Žξ‚‡ξ‚‰ξ‚ƒξ‚†ξ‚‘ξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚Žξ‚–ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚…ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξƒ€ξ†€ξ‚…ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚—ξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚”ξ‚‘ξ€ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚ˆξ‚—ξ‚–ξ‚—ξ‚”ξ‚‘ξ‡€
Jaciel Salgas DΓ­az1, Yadyra de la Caridad PiΓ±era ConcepciΓ³n, Odalys Estrada Molina, MarliΓ© MartΓ­nez Llano
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ 
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Conclusiones
ξ€‘ξ‚—ξ‚‡ξ‚˜ξ‚ƒξ‚ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚‡ξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚ƒξ‚ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚—ξ‚ξ‚ƒξ€ƒξ‚‰ξ‚”ξ‚ƒξ‚ξ€ƒξ†€ξ‚‰ξ‚—ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Žξ€ƒξ‚ξ‚ƒξ‚‰ξ‚‹ξ‚•ξ‚–ξ‚‡ξ‚”ξ‚‹ξ‚‘ξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒ
que ya desgraciadamente no nos acompaΓ±a fΓ­sicamente pero sΓ­ en el duro
bregar de cada alumno –hoy maestro–, de cada amigo, de cada compaΓ±ero,
ξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚…ξ‚ƒξ‚†ξ‚ƒξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ‚–ξ‚—ξ‚†ξ‚‹ξ‚‘ξ‚•ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ‚•ξ€ƒξ‚‹ξ‚†ξ‚‡ξ‚ƒξ‚•ξ‡‘ξ€ƒξ‚‡ξ‚ξ€ƒξ†€ξ‚ξ‡‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚…ξ‚ƒξ‚†ξ‚ƒξ€ƒξ‚…ξ‚—ξ‚„ξ‚ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚”ξ‚‡ξ‚•ξ‚’ξ‚‡ξ‚–ξ‚ƒξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚˜ξ‚ƒξ‚Žξ‚‘ξ‚”ξ‚ƒξ€ƒ
su pasado porque nunca se podrΓ‘ olvidar la labor de la profe Tere en las aulas
del Conservatorio Amadeo RoldΓ‘n o en el Teatro del ISA, hoy Universidad de
las Artes.
Recordemos siempre a nuestro ApΓ³stol Nacional donde expresΓ³ y reitera-
mos:
Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido; es hacer a cada hombre resumen del tiempo viviente,
hasta el dΓ­a en que vive: es ponerlo al nivel de su tiempo, para que
ξ†ͺξ‚‘ξ‚–ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚‘ξ‚„ξ‚”ξ‚‡ξ€ƒξ‚±ξ‚Žξ‡‘ξ€ƒξ‚›ξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚Œξ‚ƒξ‚”ξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ‚„ξ‚ƒξ‚Œξ‚‘ξ€ƒξ‚†ξ‚‡ξ€ƒξ‚•ξ‚—ξ€ƒξ‚–ξ‚‹ξ‚‡ξ‚ξ‚’ξ‚‘ξ‡‘ξ€ƒξ‚…ξ‚‘ξ‚ξ€ƒξ‚Žξ‚‘ξ€ƒξ‚“ξ‚—ξ‚‡ξ€ƒξ‚ξ‚‘ξ€ƒξ‚’ξ‚‘ξ‚†ξ‚”ξ‚žξ€ƒ
ξ‚•ξ‚ƒξ‚Žξ‚‹ξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ€ƒξ†ͺξ‚‘ξ‚–ξ‚‡ξ‡’ξ€ƒξ‚‡ξ‚•ξ€ƒξ‚’ξ‚”ξ‚‡ξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ‚”ξ€ƒξ‚ƒξ‚Žξ€ƒξ‚Šξ‚‘ξ‚ξ‚„ξ‚”ξ‚‡ξ€ƒξ‚’ξ‚ƒξ‚”ξ‚ƒξ€ƒξ‚Žξ‚ƒξ€ƒξ‚˜ξ‚‹ξ‚†ξ‚ƒξ‡€ξ€ƒ
La profe Tere, hoy no estΓ‘ con nosotros pero su eterna sonrisa, su picardΓ­a y
su eterno orgullo de ser cubana continuarΓ‘ en la mente de cada persona que
se diga cubana, porque ella ante todo siempre dijo ser cubana.
Referencias bibliogrÑcas
Junco Reyna, T. (2007). Β‘QuΓ© fΓ‘cil es tocar el piano!. La Habana, Cuba: Editorial
Adagio.
MartΓ­ PΓ©rez, J. (1984). Obras completas. Tomo VIII. La Habana: Ed. Ciencias
Sociales.
Ortiz, F. (1965). La africanΓ­a de la mΓΊsica folklΓ³rica de Cuba. La Habana: Edi-
tora Universitaria.
SuΓ‘rez Tajonera, J. O. (2007). PrΓ³logo Β‘QuΓ© fΓ‘cil es tocar el piano!. La Habana,
Cuba: Editorial Adagio.
Valera, R. (2009). Palabras de despedida en el duelo de Teresita Junco. http://
www.lajiribilla.co.cu/index.html
Teresita Junco y la enseΓ±anza del piano en Cuba
ξ€•ξ„Šξ„›ξ„Žξ„˜ξ„™ξ„†ξ€ƒξ€„ξ„’ξ„†ξ„šξ„™ξ„†ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€˜ξ„“ξ„Žξ„›ξ„Šξ„—ξ„˜ξ„Žξ„‰ξ„†ξ„‰ξ€ƒξ„‰ξ„Šξ„‘ξ€ƒξ€„ξ„™ξ„‘ξ„‘ξ„“ξ„™ξ„Žξ„ˆξ„”ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€…ξ„†ξ„—ξ„—ξ„†ξ„“ξ„–ξ„šξ„Žξ„‘ξ„‘ξ„†ξ€ƒξˆ‹ξ€†ξ„”ξ„‘ξ‡€ξˆŒξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€Œξ€–ξ€–ξ€‘ξ€ƒξ™ξŸξ‘ξœξ‡¦ξξžξξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€‘ξ„”ξ‡€ξ€ƒξ›ξ™ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ€ˆξ„“ξ„Šξ‡¦ξ€ξ„šξ„“ξ€ƒξšξ˜ξ™ξ ξ€ƒξˆˆξ€ƒξ ξŸξ‡¦ξ‘ξ