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Sandy O. Moré Mir1, Maylín Moreno Borroto, Ramón Luis Herrera Rojas
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EVISTA AMAUTA • UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO • BARRANQUILLA (COL.) • ISSN 1794-5658 • NO. 30 • JUL-DIC 2017 • 103-108
llo del confl icto: planteamiento del
confl icto, exposición de los argumen-
tos y desenlace. Dentro de cada acto
pueden estar las escenas; el cambio de
una escena a otra queda determinado
por la entrada o salida de uno o varios
personajes.
El orden del confl icto dramático obe-
dece a un principio compositivo de
gradación que encierra el movimien-
to siguiente, dado en distintas fases.
Punto de ataque: determina el fi n de
la exposición y el comienzo del nudo;
punto de tensión o climático: momen-
tos donde aumenta la tensión dentro
del desarrollo del confl icto; zonas de
distensión: momentos opuestos a los
de tensión; zonas de crisis: espacio
próximo al gran clímax; gran clímax:
momento de máxima tensión dramá-
tica; anticlímax: momento opuesto al
gran clímax que determina el comien-
zo del desenlace; peripecia: consiste
en un cambio, en una nueva orien-
tación que se produce en la acción
dramática por medio de uno o varios
personajes.
Otro aspecto importante a tener en
cuenta son las acotaciones escénicas
o didascalias, que se defi nen como el
conjunto de las instrucciones que el
autor teatral incorpora al texto dramá-
tico para su puesta en escena. La ver-
dadera funcionalidad de las acotacio-
nes se ve culminada en la representa-
ción, cuando aparece en escena ante
el espectador el personaje, en un con-
junto escenográfi co, con un vestuario,
una gestualidad, un peinado y un tono
de voz sugeridos desde el texto didas-
cálico. Estos conjuntos sígnicos no
verbales, al decir del profesor Fernán-
dez Aquino, “aparecen codifi cados
principalmente en las didascalias, de
donde se infi ere que los datos de aco-
tación resultan indispensables para
la recepción adecuada de las obras
dramáticas”. Estas acotaciones no se
expresan mediante los diálogos, sino
que aparecen casi siempre en cursiva
o entre paréntesis.
El profesor de literatura debe tener en
cuenta que estas acotaciones orientan
al actor, es la voz del autor-dramatur-
go del texto y negarlas en el proceso
de enseñanza de este tipo de obras es
“imperdonable”. Estas pueden ser so-
bre la escenografía, acerca del vestua-
rio, manejo y efecto de luces, aspecto
de los personajes, gestos, reacciones
afectivas, empleo de la música (ele-
mento esencial, evoca estados de áni-
mos), entre otras.
El teatro es un sistema de signos ver-
bales y no verbales. Tiene aspectos
que lo caracterizan como tal y hay
que tenerlos en cuenta al abordarlo:
tono (puede caracterizar al personaje;
asimismo el silencio), gestos y movi-
mientos, maquillaje (máscaras), ves-
tuario (ropa, joyas, accesorios, trajes,
la desnudez…), decorado (aspectos
topográfi cos del espacio, ilumina-
ción…), peinado (época), música
(elemento esencial).